Antonio Gasalla, una de las figuras más queridas del humor argentino, murió este martes 18 de marzo de 2025, dejando un vacío inmenso en el mundo del espectáculo. A sus 84 años, venía luchando contra una enfermedad neurodegenerativa que lo había afectado progresivamente desde su diagnóstico de demencia senil en 2019.
En marzo de 2025, fue trasladado desde su centro de rehabilitación al Sanatorio Otamendi debido a un cuadro grave de neumonía. Su salud ya se encontraba muy delicada, y según detallaron algunos de sus allegados, como Marcelo Polino, el reconocido periodista y amigo cercano de Gasalla, la situación era crítica.
«Les informo que Antonio está internado recuperándose de una neumonía, con una buena evolución», había escrito el periodista de espectáculos a través de sus redes sociales, agradeciendo los mensajes de apoyo hacia el actor.
Sin embargo, la neumonía no fue el único obstáculo en su batalla. En febrero de 2024, sufrió complicaciones adicionales, como un cuadro de deshidratación severa y una baja importante en los niveles de glóbulos rojos, lo que lo obligó a recibir una transfusión de sangre.
El deterioro cognitivo de Antonio Gasalla: los últimos meses fueron difíciles
A pesar de estos esfuerzos médicos, su salud continuó en declive. Durante ese tiempo, también se conoció que el humorista ya no podía caminar ni hablar, y su condición motriz era muy limitada. «Ya no nos conoce, está en su sillita de ruedas», compartió Polino, quien relató cómo el actor había pasado a depender de una alimentación por botón gástrico y necesitaba cuidados constantes.
A pesar de todo esto, fue acompañado por su familia y amigos cercanos, quienes le brindaron todo su amor y apoyo en sus últimos días. Marcelo Polino, que estuvo junto a él hasta el final, fue una de las personas que más lo visitó durante su enfermedad.
El colega, quien también había entregado al capocómico un Martín Fierro en agosto de 2023, compartió una emotiva despedida en las redes sociales tras el fallecimiento de su amigo, escribiendo: «Te voy a extrañar, amigo querido. Gracias por tanto», en un mensaje lleno de emoción.
Durante los últimos meses de vida, su salud fue un tema constante de preocupación, pero también de gratitud por el legado que dejó en la televisión y en el corazón de millones de argentinos. Su humor inconfundible y su talento para hacer reír a generaciones de espectadores nunca será olvidado.
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