Parecía que tras el papelón de haber anunciado con bombos y platillos la incautación de 2 kilos de cocaína que resultó ser talco para los pies, iba a ser difícil encontrar un tropiezo similar de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Pero ella siempre redobla la apuesta. Sucede que en la mañana de este jueves, durante la habitual conferencia de prensa del vocero presidencial Manuel Adorni, tanto ella como Luis Petri, ministro de Defensa, se hicieron presente y anunciaron que la Fuerza Aérea y la Gendarmería Nacional habían lograroninterceptar este miércoles una avioneta que transportaba 475 kilos de cocaína cerca de la ciudad de Rosario, en un operativo que los tres funcionarios calificaron como el «más importante de la historia». En pleno anuncio, sin embargo, hubo más dudas que certezas: Adorni dio por confirmado la detención de los narcos, Bullrich lo desmintió en vivo y Petri relató una persecusión que no cierra por ningún lado: ¿si estuvieron dos horas «combatiendo en el aire», cómo fue que Gendarmería llegó a la zona de aterrizaje y ya no había nadie? O bien, ¿por qué el único detenido -confirmado horas más tarde- estaba a pie, perdido, en un pueblo aledaño?
La versión oficial, relatada por Petri, fecha a la incautación el pasado miércoles 30 de octubre. «A las 4.46, el recientemente inaugurado radar de Tostado detecta un eco a 40 kilómetros al noreste de su ubicación» y unos minutos después «identifica que ese eco se trataba de una avioneta que había ingresado al espacio aéreo argentino vía Bolivia, limitando con el Paraguay«. A partir de las 15 horas, continuó el ministro, «se denomina a ese tránsito aéreo como tránsito aéreo irregular, dada cuenta que no tenía plan de vuelo y no contaba con identificación con respecto a su ingreso al espacio aéreo argentino».
«Se ordena que se desplacen dos aviones tucanos que estaban en Reconquista, los cuales a partir de las 15.35 logran la interceptación de esta aeronave Cessna 206 de origen boliviano», siguió Petri, quien no dudó en adjetivar que se trató de una «persecución inédita», de «más de dos horas de seguimiento e interceptación de la aeronave», algo que parece más propio de las películas hollywoodense. El propio ministro no dudó usar la clásica música de acción para relanzar su relato en redes sociales.
En medio de esas maniobras, destacó Petri, «se dio comunicación a la Gendarmería Nacional y se comenzó a hacer un trabajo conjunto, articulado, para proyectar y pronosticar posibles zonas de aterrizaje». Y finalizó: «Ante la actitud no colaborativa se continuó con la persecución e inmediatamente una vez que la avioneta Cessna aterrizó, personal de Gendarmería se hizo presente en el lugar«.
Narcos fantasmas
Lo último que dijo Petri es fundamental. El ministro no duda en aclarar que «inmediatamente» al aterrizaje de la avioneta llegó la fuerza de seguridad conducida por Bullrich, lo que traduce a pensar que tanto el piloto como los narcos que lo esperaban fueron arrestados. «No ha habido detenidos, perdón Manuel, pero no ha habido detenidos», aseguró Patricia Bullrich -que en ese momento se paró en el atril- mirando de reojo a Adorni. Es que el vocero y su lengua ya habían vendido las detenciones al inicio de la conferencia.
Lo que sigue acá es mera confusión. «En el momento en que se ve aterrizar el avión se ve que hay dos así que se ve que habían llegado. Y aterrizan en el medio de un campo, la gendarmería al estar a 20 kilómetros llega 20 minutos después, logra el avión, la droga, y ahora está en la búsqueda de las personas«, dice Bullrich.
Hay varias cosas que no cierran: ¿mintió Petri en avisar que habían llegado inmediatamente? ¿Y si fue como dice Bullrich, que los agentes llegaron a los 20 minutos: los narcos fueron generosos y quisieron dejarle las valijas con la cocaína a sus «amigos» de Gendarmería?
«¿Y dónde está el piloto?»
También está el capítulo del piloto que deja bastante cabos sueltos. Porque durante la conferencia Bullrich aclaró que ni el aviador fue detenido en el lugar. Lo lógico, entonces, es creer que se fue con los contrabandistas que lo esperaban en «la camioneta». De otra manera, ¿cómo es posible que, además de los narcos, se escape un hombre a pie, en un terreno en el que no hay nada más que campo?
Pero horas después de la conferencia, y mientras llegaban críticas en redes sociales, Bullrich dijo que se logró detener al piloto este jueves y que se lo detectó porque en un pueblo cercano, un hombre preguntó a un vendedor por un destino insólito y que por ser de la misma nacionalidad que la patente de la avioneta, el vecino dio aviso a la policía.
¿Cómo llegó el piloto a Andino: solo, de pie, o lo dejaron los narcos ahí?
De ser lo primero, quedan dudas de por qué Gendarmería no lo detuvo al momento de inacutar la mercadería en medio del campo. Y si es lo segundo, no es raro que los demás sigan escondidos y justo solo una persona camina así no más por un pueblo que no conoce.
Dudas que la versión policial tampoco aclara.
Fuente: Página12
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