Con 38 votos a favor y 29 votos en contra, el proyecto de la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue aprobado por la Cámara Alta y se convirtió en ley a las 4.12 horas del 30 de diciembre del 2020.
«Se convierte en ley», cerró la sesión la Presidenta de la Cámara, Cristina Fernández de Kirchner, poniendo en palabras la concreción de una lucha histórica y la conquista de uno de los movimientos políticos más importantes de este siglo: los feminismos.
Esta situación despertó la alegría de una parte de la sociedad y para otro sector, fue un balde de agua helada.
En el día de ayer, antes de que comience la sesión en el recinto, la senadora de Juntos por el Cambio, Silvia Elías de Pérez, adelantaba que si el proyecto se convertía en ley, iría a la justicia para que sea declarado inconstitucional. A su vez, acusó al presidente Alberto Fernández de haber presionado a legisladores con el objetivo de reunir los votos necesarios para que la iniciativa sea sancionada.
En «Nada que ver» dialogamos con el Dr. Carlos Campos, referente provida en la provincia y se mostró molesto no sólo por la aprobación de la ley, sino también por aquellos senadores que cambiaron su voto y dijo que cuando eso sucede es porque «algo pasa en el medio»:
«Voy a presentar al ejecutivo provincial un pedido de impugnación a esta ley que se acaba de aprobar» comenzó el Dr. Campos.
«Aqui hay un avasallamiento con respecto a las autonomías provinciales porque no se le puede imponer al sistema de salud que se realicen los abortos cuando todavia estan sin poder salir del Covid. Y mucho menos se le puede imponer a los agentes de salud que sea obligatorio» expresó.
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