«Este año, de los pedidos que hicimos, ha venido la mitad. Lo mismo con los repuesto de los equipos. El otro problema de nuestro sector es que no tenemos muchos proveedores. En diálisis hay dos o tres en el país que son los que tienen los insumos que usamos y no hay mucha alternativa».
«Lo grave es que algunos proveedores nos informaron que tenían stock hasta mediados de enero y que les va a ser imposible atender nuestras demandas porque ellos tampoco tienen respuestas del gobierno nacional». «Hubo reuniones con funcionarios y nos dijeron que la situación se iba a normalizar pero no sé vio reflejado en la práctica».
«Otro problema es que también nos cambiaron las condiciones de pago. Las prestaciones que hacemos, nosotros las cobramos entre en 60 y 90 días después, además hubo un aumento en dólares».
«Ya estamos trabajando en contactar a las nuevas autoridades porque esto no puede esperar. No se puede cortar el tratamiento. Hay instituciones en el país que pueden aguantar pero otros no».
«Lo que esperamos es que tengamos reglas claras de juego para tener previsibilidad. Hoy con la inflación es difícil sentarse con un financiador». «Con este cambio de gobierno tenemos todos esperanzas. Queremos que esto mejores porque es muy difícil el día a día y nos preocupan los pacientes».
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