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Caos en Twitter: éxodo de empleados, cierre de oficinas y usuarios enojados con las decisiones de Elon Musk

En un contexto crítico, senadores oficialistas en EEUU exigen investigaciones, mientras el magnate busca un nuevo CEO para regresar a sus actividades en Tesla y SpaceX.
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El primer mes de Elon Musk al frente de Twitter tuvo más conflictos que esperanzas de revitalización en la compañía de redes sociales. Desde que el empresario confirmó la compra de la empresa en las últimas jornadas de octubre, se habló poco de nuevas funciones, y mucho acerca de los despidos masivos, renuncias y enfrentamientos del nuevo dueño con empleados y usuarios de la plataforma.

El vínculo entre el magnate y los trabajadores de Twitter ha sido áspero durante las últimas semanas. Los siguientes acontecimientos confirman una tirantez imposible de ocultar.

Una de las primeras decisiones de Musk en Twitter fue despedir a cerca del 50% de los empleados de la compañía. El recorte es profundo, aunque menor a los rumores que habían circulado antes de que se confirme la operación de compra-venta.

  • El recorte de personal se tradujo en una demanda colectiva de exempleados contra Elon Musk. Entre las quejas presentadas a la justicia está la de una mujer que fue separada de la firma cuando cursaba el sexto mes de embarazo.
  • Esta semana, Musk despidió a un ingeniero de Twitter a través de un tuit. El extrabajador de la red social lo contradijo públicamente y el empresario también tomó esa vía para separarlo de la empresa.
  • El fundador de firmas como Tesla y SpaceX pidió a los integrantes de los diversos equipos en Twitter un profundo compromiso con sus labores, exigiéndolos con jornadas laborales extensas y con el cese del trabajo remoto.
  • En las últimas horas, cientos de empleados de Twitter renunciaron luego de un correo enviado por Musk en el que pidió que se comprometan con lo que llama un “Twitter 2.0 duro”.

Twitter cerró sus oficinas hasta el lunes

En las últimas horas del jueves, la compañía notificó a sus integrantes que cerraría las oficinas hasta el lunes. Los agentes de seguridad pidieron a los empleados que se retiren de las instalaciones.

En este contexto incierto, el nuevo patrón pidió a los trabajadores que expliciten en un formulario si desean continuar en la empresa. En caso de no hacerlo, se los consideraría despedidos. Fue entonces cuando muchos decidieron despedirse, luego de semanas de exigencias, incertidumbre y choques.

Según informaron medios estadounidenses, el multimillonario de 51 años se reunió con algunos empleados de la red social para convencerlos de que permanezcan en la empresa. La preocupación de Musk no es trivial: muchos de ellos son ingenieros encargados de mantener la seguridad y estabilidad de la plataforma.

La comunidad de Twitter, enojada con Elon Musk

Desde su llegada a Twitter, Musk recibió más rechazos que manifestaciones de apoyo.

Luego del éxodo de empleados la red social fue invadida con tuits que reprochan las decisiones del empresario, no sólo las relacionadas al trato al personal sino también a los cambios que prevé para la plataforma.

Confirmada la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares, se espera que Musk avance con cambios como los que siguen, muchos de ellos eje de polémica.

  • Más libertad de expresión: El nuevo CEO se definió como un defensor de la libre expresión y manifestó su intención de que Twitter permita más discursos y sea menos restrictiva. En este contexto, dijo que permitirá que Donald Trump vuelva a Twiiter, luego de ser expulsado por mensajes que incitaron a la violencia. ¿Qué ocurrirá con la moderación en la red social? Las voces críticas señalan que mayores libertades propiciarían la proliferación de los discursos de odio, los mensajes extremistas y la desinformación.
  • Muros de pago en Twitter: Musk quiere que la empresa sea más redituable y analiza vías para conseguirlo. En ese camino, se espera que muchas funciones se conviertan en pagas y que avance hacia un modelo freemium, tal como ocurre con apps como Spotify. En tal escenario, la verificación de perfiles (por las que ahora hay que pagar) es eje de críticas y berrinches.