Al menos tres empleados de la división de semiconductores de Samsung compartieron información confidencial con ChatGPT, luego de que los directivos de la compañía surcoreana permitan a sus trabajadores interactuar con el chatbot de OpenAI con el propósito de incrementar el rendimiento laboral y mejorar procesos. A contramarcha de esa intención, la filtración de datos secretos echa luz sobre los recaudos que deben aplicarse al utilizar el sistema de inteligencia artificial (IA)ahora en auge.
Samsung y ChatGPT: ¿la culpa es del chancho?
Sí, aunque también de quien le da de comer. El chatbot es útil para muchas tareas, también en el ámbito laboral, pero es importante tener en cuenta que toda la información que se comparte con él se emplea para entrenar al sistema y que, incluso, esos datos pueden aparecer en respuestas a otros usuarios.
Tal como notó la especialista Melina Masnatta en ¿Cómo saber si los alumnos escriben los textos o si lo hizo una máquina?, ChatGPT no es 100% transparente respecto a cómo usa la información que los usuarios ingresan al sistema. Por eso, en parte “la culpa es del chancho”, pero también de aquellos que “le dan de comer”, especialmente en una multinacional como Samsung que debería estar al tanto que sus datos confidenciales no deberían ser compartidos con el bot, si es que pretenden mantenerlos a resguardo.
OpenAI insta a los usuarios a no compartir información secreta con ChatGPT en las conversaciones, ya que “no puede eliminar indicaciones específicas de su historial”, explica el sitio Engadget y agrega que la única forma de deshacerse de la información de identificación personal en el bot es eliminar la cuenta, un proceso que puede demorar hasta cuatro semanas.
Empleados de Samsung filtran información secreta en ChatGPT: los detalles de desliz
Según la publicación Mashable, trabajadores de la firma con sede central en Corea del Sur filtraron datos confidenciales a ChatGPT al menos en tres ocasiones. En uno de los casos, un integrante de la división de semiconductores le pidió al sistema de OpenAI que revise el código fuente de una base interna para buscar errores; otro también ofreció acceso a ese entorno en el “detrás de escena” de los sistemas empresariales; y un tercero ingresó al chatbot la grabación de una reunión y le pidió una transcripción.
Luego de los reportes, la empresa asiática habría limitado la cantidad de información que sus empleados pueden ingresar a ChatGPT. Además, los informes indican que Samsung estaría desarrollando su propio bot con IA para evitar problemas de esta especie.
De confirmarse aquel interés, ChatGPT tendrá más competencia, con peces gordos en la otra vereda. Tras el boom que registró el sistema de OpenAI desde fines del año pasado, otras compañías se han interesado en el sector; el lanzamiento más renombrado en las últimas semanas ha sido el de Bard, un chatbot creado por Google.
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