El estudio lo ha llevado a cabo un equipo integrado, entre otros, por Huixin Liu y Farhan Naufal Rifqi, ambos de la Universidad de Kyushu en Japón.
Se sabe que la creciente concentración de dióxido de carbono en la atmósfera está impulsando el cambio climático global, con un extenso abanico de consecuencias meteorológicas, pero una consecuencia mucho menos conocida es su efecto en la ionosfera.
Si el dióxido de carbono sigue aumentando en la atmósfera y haciendo subir los termómetros, la ionosfera, vital para las comunicaciones por radio que la utilizan para extender su alcance terrestre mediante el rebote en capas de ella, se volverá más inestable para este uso.
El principal problema es que un fenómeno ocasional que perturba dichas comunicaciones se volverá más intenso, ampliará su radio de acción hasta altitudes menores que las más bajas a las que llega hoy y persistirá más tiempo durante la noche, recortando así las ventanas aptas para la transmisión.
Este fenómeno consiste, a grandes rasgos, en la formación de una densa capa de iones de metal a una altitud de entre 90 y 120 kilómetros.
El fenómeno es esporádico y difícil de predecir. Y cuando se desencadena, puede provocar interferencias graves en las comunicaciones de radio de las bandas HF y VHF.
Los hallazgos del nuevo estudio son los primeros en su tipo en demostrar cómo el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera influye sobre la incidencia de este fenómeno, revelando un vínculo adicional entre el aire neutro y el plasma de la ionosfera. “En otras palabras, los resultados del estudio muestran cómo los cambios impulsados por el calentamiento global pueden influir sobre fenómenos de plasma a pequeña escala en el espacio”, explica Liu. “Considerando nuestros hallazgos, la industria de las telecomunicaciones debería comenzar a desarrollar estrategias que tengan en cuenta los impactos del cambio climático global en sus operaciones futuras”.
El estudio se titula “How does increasing CO2 concentration affect the ionospheric Sporadic-E formation?” Y se ha publicado en la revista académica Geophysical Research Letters.
Fuente: NCYT de Amazings.

Recomendados
El particular nombre que nadie elige desde 1954 y solo 3 personas llevaron en Argentina
Agenda de género en el Congreso: que dicen las diputadas electas
Quimsa va por la recuperación en su visita a Regatas