Hoy en día existen muchas aplicaciones para crear deepfakes, algunas incluso sirven para animar fotos antiguas y devolver personas a la vida. Cuanto más avanza la tecnología, más facilidades van surgiendo para que lentamente se pueda replicar a los seres fallecidos para que sirvan como apoyo a personas en la fase del duelo. Ahora, desde la ciencia se ha advertido de los increíbles peligros que esto guarda y de por qué debería evitarse al máximo llevar a cabo este tipo de medidas.
Crear avatares de fallecidos: los fantasmas digitales
La IA puede recrear con cierta facilidad a seres queridos fallecidos. Avatares de nuestra familia o amigos más cercanos. Sin embargo, esto entraña una cantidad de riesgos inenarrables y muy peligrosos que pueden hacer que el duelo se convierta en un verdadero problema mental para las personas que lo sufran. Se trata de representaciones muy realistas que se podrían hacer pasar por esos seres queridos, aunque evidentemente no lo sean.De acuerdo con The Conversation y el autor Nigel Mulligan, profesor de psicoterapia de la Universidad de Dublin, esto podría tener efectos muy adversos para nuestra salud, alterando el proceso de duelo y llegando a empeorarlo a niveles muy elevados y que podrían dejar una marca indeleble para siempre.Todo empeoraría si además la persona que ha generado dependencia con ese tipo de robot tiene algún tipo de problema mental aparte de estar sufriendo el proceso de duelo, ya que esto podría potenciarse de forma muy dañina todavía más agravado, causando que muchas personas puedan llegar a sufrir problemas serios de psicosis o paranoia. Además, los propios robots fantasma podrían causar esto en las personas al dar datos erróneos o proponer consejos que podrían ser dañinos en una situación vital excesivamente grave en la que los niveles emocionales están disparados.Lo más importante es tener en cuenta procesos que puedan permitir que el ser humano que está sufriendo una perdida pueda avanzar y tratar de convivir con el dolor que causa una pérdida, no sustituir a la persona fallecida por un robot generando una dependencia de la que además se puede extraer una relación económica bastante peligrosa. De hecho, los deepfakes ya se usan activamente en estafas.
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