El 19 de abril de 1989, Napoli viajó a Alemania para visitar a Bayern Múnich y definir las semifinales de la Copa UEFA. Aquel partido terminó 2 a 2 y, gracias al triunfo en el encuentro de ida (2-0), el equipo italiano se metió en la final que más tarde le ganaría a Stuttgart para consagrarse campeón por primera vez a nivel internacional.
Sin embargo, hay una imagen de ese día que dejó en un segundo plano el resultado. En la previa del partido, Diego Armando Maradona se paró en la mitad de la cancha junto a sus compañeros. De pronto, en el estadio comenzó a sonar «Live is life», un tema de Opus que en aquel momento tenía bastante popularidad. Y ahí se desató la magia: con una campera, un short y los botines desatados, el Diez empezó a moverse al ritmo de la canción. Sus pelos enrulados empezaron a saltar al igual que la pelota, que se entregó a bailar con los pies del argentino.
Esa mítica entrada en calor, apenas una escena más del catálogo de perlitas que protagonizó Maradona adentro de las canchas, quedó grabada a fuego en la memoria de los fanáticos del fútbol.
Y claro, le dio una identidad a la canción que ni la propia banda austríaca imaginó. ¿Acaso hay alguien que escuche «Live is life» e inmediatamente no vea en su mente al Diego haciendo bailar la pelota con su campera, su short y los botines desatados?
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