ACOSTUMBRADO A SUMAR

Central Cordoba sumó un punto ante Lanús en un partido que se hizo frenético en el complemento. Para los de Madelón, después del triunfo en Varela, es un empate que sirve en su pugna por engrosar los promedios.

Hay algo que el Ferroviario transformó en una gran virtud: no necesita dominar para hacer goles. Hasta el gol de Torres había una paridad muy marcada y sin peligro en las áreas. Ni a los de Madelón, ni a los de Kudelka les interesaba la presión alta, y al tener muchos players detrás de la pelota necesitaban demasiada inventiva para juntar pases en el campo contrario. Sin Besozzi desde el inicio y con Farioli impreciso, el local no tenía cambio de ritmo. Así y todo golpeó primero. Y otra vez el partido le quedó cómodo.

El ingreso de Orozco a Lanús le dio otra dinámica. El Granate ganó en intensidad y definitavemente se puso el traje de dominador. A Central no le disgusta ese rol casi heroíco a la hora de defender. Canto fue una muralla y Pittón es Patoruzú, hace de todo y siempre bien. No obstante, la visita encontró el empate gracias al Tucu Diaz, que no la había tocado.

Tras el 1 a 1 el partido ganó en intensidad, los dos fueron a buscarlo, pero el apuro los hacía equivocarse. Besozzi no fue el de otras noches y Central fue diluyéndose. Inclusive pudo perderlo pero Ledesma tuvo una doble tapada espectacular. Los gestos en el final demostraron el conformismo de ambos equipos.

El elenco santiagueño se está acostumbrando a sumar y eso es muy saludable, mas aún teniendo en cuenta que el fixture le depara 5 partidos con riveles directos en los promedios. En cuanto al juego, es evidente que el equipo se siente mas confortable sin la obligación de tomar la iniciativa. Quizás deba aprender a defenderse no tan cerca de su propio arquero; confía demasiado en sus dos zagueros centrales y el 5, que conforman un verdadero «Triángulo de las Bermudas». Arriba no necesita de un juego vistoso, está siendo eficiente, aunque eso es siempre un arma de doble filo. Será un problema cuando la pólvora esté mojada.

Por el Gringo Ceballos
Foto Prensa Central Cordoba