Luego de tantos meses de espera, Lionel Messi volvió a ponerse la camiseta de la Selección en el duelo frente a Chile, correspondiente a la séptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial que organizará Qatar el próximo año.
Con dos debutantes (Emiliano Martínez y Cristian Romero) y un claro recambio en el combinado nacional, la expectativa se trasladó a Santiago del Estero, donde la Albiceleste se presentó con la misión de dar otro paso hacia la cita internacional.
En los primeros movimientos se observó la sociedad inicial que podría complicar al elenco andino. Nicolás Tagliafico se juntó con Di María por el sector izquierdo y la jugada provocó una prematura amonestación para Galdames. Si bien la pelota parada no pudo ser capitalizada en la vía aérea, el dueño de casa demostró sus intenciones desde que la pelota comenzó a rodar.
A pesar de la fricción, los conducidos por Martín Lasarte se las ingeniaron para preocupar al arquero del Aston Villa. Una asistencia en profundidad de Alexis Sánchez que fue perfectamente interceptada por el Cuti Romero y un remate de media distancia de Eduardo Vargas significaron los argumentos más claros en la ofensiva de La Roja.
La polémica que se instaló a los 20 minutos del primer tiempo obligó al venezolano Jesús Valenzuela a apelar al VAR para que revea su decisión de ignorar un claro penal de Guillermo Maripán sobre Lautaro Martínez. Desde los doce pasos, el astro rosarino engañó a Claudio Bravo con una sutileza y festejó el 1 a 0 para que la Argentina se aferre a la cima de las posiciones. La Pulga apeló a sus conocimientos sobre su ex compañero en el Barcelona para ejecutar la pena máxima.
Pasada la media hora se produjo una nueva injusticia que tantas veces se impone en el fútbol. Sin ningún merecimiento, Chile llegó al empate a través de una pelota parada. Un centro frontal de Aránguiz encontró por el segundo palo a Gary Medel y el ex Boca habilitó a Alexis Sánchez para que el Niño Maravilla celebre el 1 a 1 ante la desconcertada defensa local. El trabajo del estratega uruguayo se plasmó a la perfección con una vieja jugada de pizarrón.
Antes del descanso Argentina estuvo a centímetros de volver a ponerse en ventaja. También con un balón detenido, Lionel Messi buscó el ángulo superior izquierdo de Claudio Bravo, pero en ese segundo duelo ganó el arquero. La notable reacción del experimentado hombre del Betis le ahogó el grito al rosarino. Y los protagonistas se fueron al vestuario con el marcador empatado.
En el complemento Scaloni buscó mayor profundidad con el ingreso de Ángel Correa en lugar de Lucas Ocampos, mientras que la salida de Martínez Quarta por Lisandro Martínez se basó en la amonestación del central. En un partido tan caliente y de tanto roce fue una buena decisión prevenir una posible expulsión.
En una de sus primeras apariciones el delantero del Atlético Madrid se juntó con la figura del Inter y el Toro extendió el riesgo hacia la llegada de Di María. Pero el Fideo intentó un lujo innecesario y resolvió con un disparo que no le representó ningún problema a Bravo. El lamento de la estrella del PSG reflejó el error que privó a la Albiceleste de festejar el segundo tanto. La bronca no sólo se instaló en el público: el entrenador tampoco quedó conforme con la producción del ex Rosario Central y lo reemplazó por Julián Álvarez.
La claridad de Rodrigo De Paul y el potrero de Correa conformaron los aspectos más peligrosos de la Argentina. Juntos complicaron a la defensa chilena; y en una infracción que le competió Eugenio Mena al ex San Lorenzo le permitió a Messi tener otra chances con una pelota parada. A falta de 10 minutos para el cierre, La Pulga volvió a tener otro duelo con Bravo. Y en esa oportunidad el travesaño le negó el gol. El sonido metálico que entregó el horizontal fue un alivio para La Roja, que de a poco se iba conformando con el punto.
Antes del cierre, el mejor jugador del mundo improvisó dos obras magníficas que fueron desactivadas por el arquero que determinaron el empate definitivo. La resistencia de Chile fue la razón de la repartición de puntos. En el extenso camino rumbo a Qatar, Argentina no logró el objetivo de llegar a la cima de las Eliminatorias, pero se mantuvo en los puestos de clasificación. La Roja, en tanto, deberá confirmar su sacrificio en su próximo compromiso contra Bolivia.
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