Argentinos Juniors derrotó por 2 a 0 a Boca Juniors en La Paternal y se subió a la cima de la tabla de posiciones de la Liga Profesional. Por la novena fecha del certamen doméstico, el Bicho le aplicó otro duro golpe al Xeneize en un semestre en el que no logra hacer pie. Gabriel Carabajal y Gastón Verón convirtieron para el vencedor, que marcó gran distancia en el desarrollo en la primera etapa. Luego, sostuvo el resultado cediéndole el balón a un rival que no supo cómo lastimar.
El duelo comenzó con un ritmo intenso y presión cruzada en la salida. Boca intentó complicar la salida del Bicho y, al mismo tiempo, ante el pressing rival, no temió en saltar líneas para el doble 9 o para el pique de sus carrileros-delanteros. Antes del minuto, Vázquez gritó, pero había offside en el inicio de las acciones.
Ante este panorama, el local pareció mejor plantado, ambicioso y habituado a las dimensiones del campo. A los 8, Reniero casi anota tras un rebote en una pelota parada, pero no impactó de lleno la pelota y contuvo Rossi. Y a los 17 Marcos Rojo golpeó deliberadamente al propio Reniero en la nuca cuando se le escapaba: merecía ser expulsado. Sin embargo, Rapallini ni siquiera marcó falta y el VAR no rectificó.
Los de Milito se vengaron con un golazo: a los 22′ Carabajal se hamacó y sacó un remate al ángulo derecho de Rossi para firmar el 1-0.
La tónica del encuentro no varió. El Bicho siguió mostrándose superior, con el plan de juego bien aprendido y maniatando a un Boca preparado para correr, pero con pocos espacios para hacerlo. Recién a los 39 minutos, con una bola filtrada para Orsini, lastimó: el tiro cruzado lo controló el portero Lanzillota.
Resultó solo un espejismo para el Xeneize: 120 segundos después, Carabajal, la figura, envió un centro preciso para el cabezazo bombeado de Gastón Verón para el 2-0.
Pese a sus problemas de elaboración, con raíz en el diseño y en la falta de movilidad de sus componentes, Boca empujó en el inicio del complemento. Pudo descontar con el ingreso de Rojo que pasó junto al palo izquierdo del arquero local a los 10 minutos.
Ibarra buscó algo diferente con el ingreso de un lanzador (Oscar Romero) por uno de los centroatacantes (Orsini). También cambió a Fabra por Sandez, y el colombiano se marchó al banco con rostro de pocos amigos. Luego intentó con Juan Ramírez como socio del paraguayo y Benedetto por Vázquez.
El visitante monopolizó la tenencia, pero sin profundidad. El principal riesgo para Argentinos fue su peligroso retroceso, que convirtió en peligro los centros o pelotazos cruzados. Era difícil que sostuviera el desgaste del primer tiempo, pero el cambio de postura, apostando a la contra, fue notorio.
Pero la abulia de los auriazules le permitió al Bicho dejar correr el cronómetro sin sobresaltos. Incluso pudo ampliar a los 41′, cuando Vera probó al arco pero le salió un buscapié que casi conecta Herrera. En el medio, Zambrano debió ser expulsado por un codazo al pobre de Reniero, que sufrió todos los golpes y debió ser retirado en camilla. Rapallini sólo amonestó y el VAR otra vez dejó pasar, casi como si su tarea fuera testimonial.
Con sus herramientas y una postura osada y trabajada para buscar los resultados, Argentinos sumó su tercera victoria consecutiva y alcanzó a Atlético Tucumán (19 unidades) en la punta del campeonato.
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