Continuando con la seguidilla de derrotas previsibles, Central Cordoba tuvo esta vez como verdugo a Talleres de Cordoba que lo doblegó con un lapidario 4-2. El Ferroviario no solamente es el único equipo que no sumó en el campeonato, sino también es, con diferencia, el conjunto mas goleado en estas primeras 4 fechas (13 goles en contra).
Salvo en alguna canchita ingeniada en el barrio por falta de espacios, al fútbol se juega con dos arcos. Se ataca y se defiende. Se intenta generar con la pelota en los pies y hay que obstruir al rival cuando no se la tiene. Podés ser desordenado ofensivamente pero para proteger tu arco hay que mantener un orden. Desde que está Lucas González, el elenco santiagueño solo cumple una de las facetas del juego. Cuida la pelota, es prolijo, muchas veces carece de profundidad, pero nadie puede negar que el equipo tiene una postura ofensiva. Las goteras aparecen cuando no tiene la pelota y hay que retroceder, marcar y contener los embates del rival.
Si en los primeros tiempos hace papeles aceptables, en los complementos se desdibuja como el Retrato de Dorian Grey. ¿Como puede ser que vos empatés segundos antes de ir al descanso pero tu rival es el que sale mas enchufado en el 2T? ¡Incomprensible! Ante este tipo de adversarios, esos errores de concentración y el exceso de relajación lo pagás muy caro. A las fallas propias de los jugadores y las falencias físicas mostradas, se le añade la terquedad del entrenador cafetero que jamás sale de su libreto. Los cambios son un tema aparte: cuando va ganando hace modificaciones que desprotegen al equipo y cuando va perdiendo mete variantes puesto por puesto. En estos 4 partidos los cambios fueron verdaderos jeroglíficos.
Ahora bien, estos jugadores ganaron 2 de 18 partidos en lo que va del año y de éstos perdieron 11. Ante un plantel con tan pocos recursos el DT permitió/aceptó/decidió que varios se fueran sin siquiera haber entrenado con él. Garrido no rinde ni de 4 ni de 8. Atencio algún dia se va marear de tanto dar vueltas infructuosas. Alvez es livianito para la necesidad y urgencia que tiene el club. En el banco no hay nada y no estoy hablando de mi cuenta corriente.
La pobreza del plantel es mas que obvia. Hay personas que eligieron y otras que aceptaron. Están los que deciden entre las sombras y están los que ponen sellos meramente burocráticos. En ese contexto los responsables son fantasmas. Existen, pero nadie los ve. Así está Central. Y hoy, en el día de su cumpleaños, en vez de estar con un redoblante, una bengala de luces o soplando alguna trompeta, sus hinchas deben estar con una calculadora en la mano.
Foto Prensa Central Cordoba
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