Era el Apertura de 1992. El River de Passarella visitaba al Boca del maestro Tabárez. Ambos equipos disputaban la punta del torneo.
Aquel día, el Xeneize ganó 1 a 0 y hubo algunas imágenes que quedaron en la historia de la rivalidad más importante del fútbol argentino: el festejo de Sergio “Manteca” Martínez colgado del alambrado; la atajada de Navarro Montoya al penal que había pateado Hernán Díaz; y el arquero millonario, Ángel Comizzo, en el otro extremo del campo, escuchando la situación por radio.
Pero una de ellas se vio fuera del campo de juego, en las tribunas del estadio.
En la popular, entre los cientos de hinchas Xeneizes, estaban Diego Maradona –en conflicto con Sevilla, su equipo en ese momento-, junto a su esposa, Claudia Villafañe, y el actor Carlín Calvo, reconocido fanático de Boca
Ahí, rodeados por el público, sin seguridad ni guardaespaldas, cuando Diego ya era considerado el mejor futbolista de todos los tiempos y Carlín era uno de los actores más importantes de la televisión argentina. Los dos juntos, saltando y alentando al equipo de La Ribera.
Esas imágenes hoy volvieron a ser recordadas, luego del fallecimiento del actor, dos semanas después de la muerte del Diez.

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