Mateo Alcaraz cumplió uno de sus sueños y todo fue gracias a Matías Cóccaro. El juvenil de 16 años que integra la Séptima División de Aldosivi, estuvo presente en el encuentro ante Huracán en el estadio José María Minella como alcanzapelotas y se volvió con un obsequio que jamás hubiera imaginado: los botines del delantero.
El Globo de Parque Patricios se impuso por 2-0 ante los dirigidos por Martín Palermo, con dos goles del uruguayo. A los 40 minutos del segundo tiempo, cuando éste se estaba retirando del campo de juego como la figura para dejarle su lugar a Walter Pérez, el joven oriundo de San Luis le gritó al goleador si podía quedarse con algo de él…
Lejos de negarse, Cóccaro le explicó que tenía prometido el short que estaba utilizando y que no podía darle nada, pero Mateo lo convenció con toda su bondad.
«Había prometido el short y dije que si hacía un hat-trick lo iba a regalar. El chico me gritó ‘Cóccaro regalame algo’ y le dije que no podía, que no tenía nada… Me agradeció y pensé en que como era tan educado y se había portado bien, se merecía algo. Así que decidí regalarle mis botines», contó el goleador de Huracán.
¿Cómo fue la experiencia según el relato de Mateo Alcaraz? «En el segundo tiempo, cuando sale, pasa por atrás del arco y le pregunto ‘Cóccaro ¿Te pidió alguien el short?’ y me dice que sí. Y le digo, ‘ah bueno, muchas gracias’. Y cuando se está yendo le pregunto si la camiseta sí me la podía regalar y se da vuelta, se ríe y me pregunta cuánto calzo. Le dije 42, me miró y vino otra vez hacia mí. Se los sacó y me los regaló. Me dijo: Disfrutalos que van con goles».
«Fue mi segunda vez de alcanzapelotas y es la primera vez que se me dio las ganas de pedirle a un jugador que me regale algo. Me quedé sorprendido porque hoy en día nadie te regala nada», aseguró.
Los botines que recibió le sirven mucho más de lo que creía para desarrollar su carrera, ya que son de «alta gama» y que no todos los jugadores tienen la posibilidad de comprarse por el precio elevado que ostentan y por la cantidad de veces que deben cambiarlos durante la temporada.
A pesar del regalo, ahora siente la presión de tener que convertir para no defraudar al Zorro que, en consecuente, la última vez que los usó marcó en dos ocasiones. «Yo juego de volante y es una responsabilidad tener estos botines. Soy de hacer goles pero mucho más asistencias», manifestó.
Sobre la personalidad del delantero, dijo: «Es muy buena persona, muy humilde. Hay otros jugadores que quizás salen enojados y pueden reaccionar mal cuando les pedís algo. Él estaba muy tranquilo, le dió bola a todos».
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