El boxeo argentino elevó su célebre nómina de campeones del mundo con una sorpresiva victoria del bonaerense Fernando «Puma» Martínez, que en la noche del sábado se alzó con la corona supermosca de la Federación Internacional (FIB) al destronar al filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas, Estados Unidos.
El invicto Martínez se impuso en el Hotel Cosmopolitan de esa ciudad por puntos con fallo unánime luego de un emocionante combate que dominó desde principio en la noche de su vida deportiva.
Los jurados Steve Weisfled y David Sutherland lo vieron ganar por 118-110, mientras que el restante, Max DeLuca, puntuó 117-111 para redondear un fallo que reflejó con nitidez la superioridad del argentino.
A sus 30 años, con una foja de 14 peleas ganadas, 8 de ellas por la vía rápida, el púgil oriundo de Avellaneda puso contra las cuerdas al filipino Ancajas (30) con un boxeo agresivo y audaz a lo largo de los 12 rounds.
Su rival era el campeón del mundo con más tiempo de reinado en una categoría de boxeo, dado que había ganado el título supermosca FIB en septiembre de 2016 cuando venció por decisión unánime al puertorriqueño McJoe Arroyo en la ciudad filipina de Taguig.
Desde entonces, Ancajas hizo nueve defensas exitosas en las que despachó a todos sus retadores: el mexicano José Alfredo Rodríguez, el japonés Teiru Kinoshita, el británico Jamie Conlan, el mexicano Israel González, el filipino Jonas Sultan, el mexicano Alexandro Santiago, el japonés Ryuichi Funai, el chileno Miguel González y el mexicano Jonathan Javier Rodriguez Valles.
En su décima defensa, el filipino fue superado por el «Puma» Martínez, que afrontó su tercer combate fuera del país tras noquear al sudafricano Athenkosi Dumezweni en su casa a fines del 2019 y vencer por la vía rápida al mexicano Gonzalo García Durán en Dubai en agosto de 2021.
Ancajas, con un récord de 33-2-2, perdió por segunda vez en su carrera profesional a diez años de su anterior caída ante su compatriota Mark Anthony Geraldo con fallo dividido al cabo de 10 asaltos.
El campeón desplazado adelantó tras la pelea de anoche que ejercerá su derecho contractual a una revancha para recuperar el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Escoltado en el ring por su promotor, el excampeón mundial Marcos «Chino» Maidana, el «Puma» Martínez se mostró quebrado por la emoción de su logro y recordó especialmente a su padre, quien antes de morir le había asegurado que llegaría el momento de la consagración.
«No tengo palabras, hubiera querido que esté acá y me vea… Hoy le cumplí el sueño, ahora voy a ayudar a mi mamá para que pueda comprarse la casa. Les agradezco a todos por darme esta oportunidad de pelear en Las Vegas», declaró el argentino luego de calzarse el cinturón supermosca.
Más específicamente agradeció: «A toda toda la gente que me apoyó, que sin ella no lo podría haber logrado. A mi novia, que me cocinó y me cuidó, también a mi hija Alma, a todo el equipo y a la gente de Formosa. Los amo con todo mi corazón», expresó el flamante campeón.
A lo largo de la historia, la categoría supermosca tuvo campeones a los argentinos Gustavo Ballas, Santos Falucho Laciar, Carlos Salazar, Víctor «Cocoho» Godoi y Omar «El Huracán» Narváez.
Además de la eventual revancha con el filipino, la empresa Marcos Maidana Promotions, que el sábado a la noche coronó a su primer campeón del mundo, tiene como objetivo una posible pelea entre el «Puma» Martínez y el nicaragüense Román «Chocolatito» González, una figura de la divisional, de 34 años, que el año pasado perdió la corona de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ante el mexicano Juan Francisco «Gallito» Estrada.
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