El lunes 1 de noviembre la Federación Internacional de Handball (IHF) cambió una regla que había sido debatida y catalogada como sexista durante mucho tiempo. Este cambio ocurrió gracias a los comentarios negativos y críticas que recibió la federación a lo largo de todo el mundo luego de haber multado con 1.500 euros al equipo de Beach Handball femenino de Noruega, que se presentó a jugar un partido con shorts cortos en lugar de la tradicional vestimenta de una bikini. Luego de este incidente, 5 federaciones de handball (Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia y Finlandia) enviaron el un escrito a la FIH solicitándole modificar la reglamentación que regía en torno a la vestimenta requerida a los equipos femeninos.
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Gracias a la relevancia que tomó este tema, la cantante estadounidense Pink se ofreció a pagar la multa impuesta al equipo europeo. “Estoy muy orgullosa del equipo femenino de balonmano playa de Noruega por protestar ante las reglas sexistas de su ‘uniforme’. La Federación Europea de Balonmano (EHF) debería ser multada por sexismo. Bien por ustedes, señoritas. Pagaré felizmente la multa por ustedes, sigan así”.
El punto central de las acusaciones reside en que las normativas eran diferentes para las mujeres y para los hombres, a ellas se les exigía competir en bikini mientras que a ellos se les permitía jugar con camisetas amplias sin mangas y shorts hasta las rodillas. En respecto al cambio, una portavoz de la Federación Internacional de Balonmano, Jessica Rockstroh, dijo en julio: “Lo estamos investigando de manera interna”. Resaltó que a pesar de que la regla había sido criticada, la organización no había recibido quejas oficiales anteriormente. “A nivel mundial sabemos que a otros países les gusta jugar en bikini, por ejemplo, especialmente en Sudamérica”.
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Este cambio en la reglamentación fue recibido con mucha alegría entre las jugadoras de los países europeos que estaban a favor de la medida, mientras que en Argentina la medida tuvo algunas detractoras. Luego de la confirmación del cambio, algunas jugadoras argentinas, que lograron ser campeonas de los juegos olímpicos juveniles en 2018 vistiendo la celeste y blanca, se mostraron en contra de la medida, ya que consideraron que al ser obligatoria esta nueva vestimenta, seguía siendo un pensamiento arcaico. La nueva regla indica que no existe elección para las jugadoras, se impone una vestimenta que tienen que usar a pesar de que quieran o no. Algunas de las jugadoras mostraron su descontento con la situación publicando su descargo en redes sociales, compartiendo la noticia con sus quejas.
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Gisela Bonomi, jugadora de beach handball en la selección argentina y en el equipo Campinas 360 Nas Areias de Brasil explicó como prefería que la regla sea opcional ya que ella quería jugar como era la reglamentación anterior, ya que le parecía más cómodo y que un verdadero avance seria que las jugadoras pudieran elegir como jugar.
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