LA GLORIA O DEVOTO

Tras la dura derrota ante Godoy Cruz, con la cual Madelon quedó en el ojo de la tormenta, Central Cordoba obtuvo una victoria clave y necesaria ante Instituto en Alta Cordoba. El 2 a 0 lo dejó al Ferroviario en mitad de tabla y se metió otra vez en el pelotón importante en la puja por no descender.

El DT metió mano en cuanto a nombres y sistema táctico, apostó a una línea de 3/5 en el fondo y a dos puntas en ofensiva. Cuando el equipo tenía la pelota Navas y Benítez eran mediocampistas y sin ella ocupaban posiciones defensivas, acoplándose a Blasi, Pereyra y Goñi. Ese primer tiempo estuvo marcado por la paridad, aunque Central se fue lamentando la ocasión que desperdició Gamba (pecó de generoso cuando debía haber definido él).

Maciel, de gran partido, asistió a Gamba que tuvo revancha y rompió el 0. Está dicho: cuando el Ferroviario anota primero generalmente gana. Bovaglio metió toda la carne en el asador y la Gloria tuvo un segmento importante entre los 20 y 30 del complemento, en el cual mereció empatarlo. No obstante, emergió la figura de Pereyra, implacable en el juego aéreo. Sobre el final, Besozzi liquidó la historia con una excelente definición. Central Cordoba enmudeció al Juan Domingo Perón.

Madelon sacó el cuello de la guillotina, él sabía internamente que en Cordoba se jugaba muchas cosas. Otra vez en un partido determinante el equipo salvó la ropa. Sin embargo, se depende mucho de la eficacia en ataque. El elenco santiagueño pareciera no necesitar de la elaboración para hacer goles. Y eso es siempre un arma de doble filo, el equipo ya supo padecer las consecuencias de no tener juego en campo enemigo. Aunque los números son mas que aceptables: 18 puntos no son pocos para un conjunto que siempre está en la mira por su funcionamiento.

Llegar con un triunfo al Terrera calma los ánimos para el próximo lunes. El entrenador y los jugadores deben convencerse que cuando el equipo se planta unos metros mas adelante hay mas chances de ganar. Disputarle la tenencia al rival permite no sufrir tanto. Sus mejores actuaciones se vieron con esa postura. Hay que animarse con mayor asiduidad, sino siempre estará en esa delgada línea que separa la «Gloria» de «Devoto».

Por el Gringo Ceballos
Prensa Central Cordoba