A lo largo de toda su carrera futbolística, Diego Armando Maradona dejó no pocos titulares y frases emblemáticas que hicieron las delicias de periodistas y, por consecuencia, de espectadores, oyentes y lectores. Pero sin duda alguna, hay unas palabras del astro argentino que quedaron para el recuerdo eterno: “La pelota no se mancha”.
Corría el año 2001 y Maradona dejaba definitivamente el fútbol en activo. Lo hacía con un partido de despedida y la Bombonera de Boca Juniors presentaba un lleno hasta la bandera para decir adiós a todo un icono del fútbol mundial y poco menos que un dios en Argentina. Con las gradas a rebosar y millones de espectadores por televisión, el ‘Pelusa’ tomó el micro y dejó un discurso para la posteridad.
Respaldado por una pléyade de estrellas que le acompañaron en aquel partido, tales como Pelé, Francescoli, Higuita, Valderrama, Cantoná, Suker o Stoichkov, el ‘10’ se abrió en canal.
“No sé cómo pagarles por esta alegría. Yo traté de ser feliz jugando al fútbol y de hacerlos felices a todos ustedes y creo que lo logré. Esto es demasiado para una persona”, comenzó Diego. “No hay cancha como ésta, un templo del fútbol. Le agradezco a Dios que haya creado la Bombonera y que me haya hecho de Boca”.
Sin embargo, el momento más álgido del discurso llegó al cierre. “El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Porque se equivoque uno, no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”, dijo un Maradona visiblemente emocionado y con los brazos alrededor de su cuerpo, como si abrazase a todo aquel que estuviese viéndole en aquel momento.
Era un Diego sincero y emotivo, que por primera vez hacía alusión a todas las veces que se había equivocado a lo largo de su carrera. Dicho de otro modo, Maradona pedía perdón.
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