La muerte de Diego Maradona reavivó internas familiares y peleas por la herencia. Ahora, Laura Cibilla rompió el silencio y aunque asegura que prefiere mantenerse al margen de lo que considera un «escándalo mediático», reveló detalles de su relación con el Diez y asegura que su hijo es de él.
La historia de Cibilla y Maradona comenzó en 2000 cuando se conocieron en el boliche La Diosa, donde ella trabajaba. El ex entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata volvió reiteradas veces al boliche y allí comenzaron una relación amorosa, en pleno divorcio de Diego y Claudia Villafañe y de sus problemas con las adicciones.
Precisamente, luego de un tiempo de que empezaron a salir, la adicción que sufría el ex futbolista empezó a complicar la situación y generó, según Laura, un cambio en su actitud. «Después vino una etapa de un Diego irreconocible, violento, enfermo de celos… Al punto de no poder ir al supermercado: yo me escapaba para ir a trabajar», contó la ex novia de Maradona en una entrevista con Teleshow.
Tras superar una internación porque su cuerpo estaba castigado por sustancias que consumía cuando estaba con él, Cibilla decidió escapar de esa situación y se fue a España. «Quería recuperar la noción del tiempo y del espacio…», aseguró. Sin saberlo, ella estaba embarazada.
Cibilla afirmó que mientras ella estuvo con Maradona no tuvo otra relación. Por eso, no duda de que su hijo es de Diego. ¿Es hijo de Él? «Sí, pero no. Es mío. Es tarde: ya tiene 17 años y punto. Acá se terminó todo», sentenció.
«Cuando mi hijo tenía siete años inicié el juicio por filiación. (Maradona) no se presentó en la primera audiencia, no se presentó en la segunda, y a la tercera no fui yo. Entonces me llamó mi abogado y me dijo: ‘Mirá que está Diego…’. Le dije: ‘Ya voy’. Mi hermana lo retiró del colegio, el nene estaba en segundo grado. Lo trajo. Entró mucha gente. Me dio negativo. Y hasta acá llegó mi amor. Nunca más esa vergüenza», relató Cibilla, quien cree que le falsearon el ADN.
Cibilla y Maradona volvieron a hablar en diciembre del 2019 por teléfono y habían quedado en encontrarse, pero nunca pudieron juntarse y finalmente él murió.
Al enterarse del fallecimiento de Diego el pasado 25 de noviembre, Cibilla se desvaneció y aunque hubiese querido despedirlo, asgura que no la hubiesen dejado entrar al velorio. Y sobre la reacción de si hijo, señaló: «Yo volví del trabajo, destruida. Él salió de la habitación, me abrazó y se largó a llorar. Nunca, jamás, había derramado una lágrima por él. Es más: lo veía en la televisión y cambiaba de canal. Le dije: ‘Hijo, te pido perdón’. Y me dijo: ‘No sos vos quien me tiene que pedir perdón, el que me tiene que pedir perdón ya no está. ¿Sabés qué? Me voy a correr’. Se puso un short, las zapatillas y se fue a correr. Volvió a las dos horas, se bañó, se acostó. Y ese fue su cierre. Él ahí, cerró. Y me dijo: ‘No quiero saber nunca más nada de esto'».
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