Central Cordoba sigue sufriendo el fixture hostil de las primeras fechas y esta vez perdió sin atenuantes en Cordoba ante Talleres. Un gol de entrada desarticuló al equipo de Madelón que se había plantado con una postura mas arriesgada que en sus anteriores presentaciones. Con cambios cantados tras la derrota ante Belgrano, el Ferroviario pagó caro sus horrores defensivos en el primer cuarto de hora, en el cual ya perdía 2 a 0. Fue el acábose de un partido que recién empezaba.
Sufrió tanto el 1T Central, que no se fue al descanso 0-4 de milagro. Todo fue de Talleres. Todo. No hubo equivalencias en ningún momento. Mientras la T presionaba en bloque y recuperaba rápido, en la visita presionaban de a uno. Mientras en el local sus volantes tenían movilidad y precisión, los del Ferroviario se la daban a los contrarios. El elenco de Gandolfi le perdonó la vida varias veces. Central prácticamente ni llegó al área de Herrera.
¡No se puede defender tan mal! Errores individuales y colectivos le dieron a los cordobeses todas las ventajas habidas y por haber. El segundo gol es muy díficil verlo hasta en el fútbol amateur. Hay cuestiones que exceden la responsabilidad del entrenador. Hay situaciones dentro del campo que deben resolver y ejecutar los jugadores. Con un 2 a 0 abajo y por momentos sufriendo un baile de Carnaval, en el equipo santiagueño no había ni una amarilla. Es decir, jamás hicieron sentir el rigor físico al rival, aún sabiéndose inferior.
Ya en el complemento Madelón metió mano en el equipo. Dio la sensación que puso jugadores para verlos en cancha mas pensando en el futuro que en tratar de empatarlo. Talleres sacó el pie del acelerador y Central estuvo mas combativo, pero siempre se vio al local generando mayor peligro. Nunca el partido dio indicios que podía virar a otro lado. El rumbo estaba marcado: ganaría el mejor.
Para colmo de males, en el horizonte próximo aparece Argentinos Juniors, uno de los que mejor juega en la actualidad. Cuesta ilusionarse con un Ferroviario que tiene una anemia ofensiva preocupante. Es el único equipo de la Liga que no hizo goles. No sobran delanteros y si a eso se le suma la falta de juego en los últimos metros, el panorama es desalentador. Sólo queda aferrarse a una vieja frase que nunca pierde vigencia: esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa. Hoy la Fé es mas fuerte que la Razón, no hay de dónde mas agarrarse.
Foto Prensa Central Cordoba
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