Los pibes de Boca dejaron el alma y consiguieron un empate con sabor a hazaña

Un empate con sabor a victoria para Boca. Con chicos que venían de actuar un día antes en Reserva, le jugó de igual a igual a Banfield en el Sur y rescató un meritorio punto. Un xeneize repleto de juveniles que hacían su presentación salvó la ropa en un contexto muy desfavorable y el martes va por otro «batacazo» en el clásico ante San Lorenzo, por el torneo de Primera División.

Bastante más auspicioso de lo que podía suponerse fue el inicio de Boca en el partido por la segunda fecha (en la primera igualaron 1 a 1 con Unión). Los chicos de Seba Battaglia, que el viernes jugaron para la reserva y tuvieron que dar la cara por el club ante la negativa de la Liga Profesional y del Ministerio de Salud de utilizar a los profesionales, se mostraron en gran forma al comienzo.

Y complicaron al local en un par de ocasiones. El entusiasmo de los juveniles compensaba las diferencias naturales con sus pares de Banfield. Y el arquero Lastra estaba atento cuando el local llegaba, como ese cabezazo que despejó.

Escalante era el jugador más desequilibrante y a los 21 cerca estuvo de abrir el marcador. Cerca del final de la etapa inicial, un remate de Taborda se fue cerca del poste.

En el complemento, los pibes de Boca siguieron comprometiendo a Banfield a puro atrevimiento y desparpajo. Taborda hacía lo que quería y el arquero de Banfield evitó la apertura del conjunto esta vez conducido por Battaglia.

Eso sí, el arquero Lastra tapó con la ayuda de Barco una jugada de riesgo de Cuero.

Los minutos finales tuvieron la misma tónica. Un Taladro que no pudo establecer superioridad y un Boca que se animó con los chicos. El empate estuvo bien. Un punto de oro para Boca por el contexto. El martes, otra prueba de fuego ante San Lorenzo.