Rafael Nadal se clasificó este martes con mucho sufrimiento para las semifinales del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, tras derrotar en un duro partido al canadiense Denis Shapovalov en cinco sets por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6, 6-3, donde su experiencia y capacidad de aguante fueron claves.
No lo pasó nada bien el balear, ya que su rival le exigió lo mejor de sí mismo a nivel mental, pero también físico porque jugó desde el cuarto set con unas molestias estomacales, a las que también supo sobreponerse para sobrevivir a un quinto parcial donde aprovechó los errores del rival y su fortaleza con el saque para evitar que se repitiera lo del año pasado ante Stefanos Tsitsipas.
A sus 35 años y tras medio año sin jugar por lesión, el ganador de 20 «grandes» se encuentra ahora a dos partidos de hacer historia en el tenis masculino y jugará su semifinal número 36 de Grand Slam, séptima en Melbourne, ante Matteo Berrettini que venció a Gael Monfils.
Nadal comenzó muy bien el choque y puso contra las cuerdas a Shapovalov, con el que también vivió un inusual intercambio de palabras después de que el canadiense se quejase con insistencia ante Carlos Bernardes tras la marcha del manacorí al finalizar la primera manga. El jugador de 22 años llegó a llamar «corrupto» al juez y cuando el duelo se reanudó volvió a quejarse del tiempo para sacar del español, que finalmente se acercó a la red para escuchar a su rival y zanjar la discusión que no fue a más.
Fue el momento más tenso de un gran partido, que se prolongó por más de cuatro horas y dominado de inicio por una gran y sólida versión del campeón de 2009. El balear sirvió muy bien y no dejó hasta el tercer set que el canadiense tuviese una opción de rotura, mientras que estuvo certero para aprovechar los pocos resquicios que le ofreció su oponente con el saque.
Apoyado en un tenis firme y sin apenas errores, Nadal rompió en blanco en el cuarto juego para coger una ventaja que ya no soltó y ponerse por delante en el partido. Shapovalov reaccionó y aunque el sexto cabeza de serie empezó a cometer más errores no forzados se vio penalizado por otro ‘break’ en el séptimo juego. El ganador de 20 ‘grandes’ continuó sin dar concesiones con el saque y puso una ventaja de 2-0 en el marcador.
El billete parecía encarrilado cuando aparecieron los ‘fantasmas’ del año pasado cuando en una situación similar, Tsitsipas remontó y le eliminó en cuartos. Nadal se topó con sus primeros apuros al servicio con un 15-40 en el sexto juego de la tercera manga que salvó, pero firmó su peor juego del partido con 5-4 abajo, y con dos errores con su ‘drive’ y una doble falta, entregó su saque y el set al norteamericano.
Este se creció y además el español comenzó a notar molestias en el estómago que le obligaron a pedir la asistencia médica cuando el cuarto parcial ya se le había complicado con un Shapovalov lanzado en la pista y con su mejor tenis. Un ‘break’ en el cuarto juego le bastó al decimocuarto favorito para llevar el duelo a una tensa quinta manga.
Y ahí hizo acto de aparición la experiencia y carácter del 13 veces campeón de Roland Garros que supo fortalecer su saque para llevar la iniciativa y meter presión a su rival. Este pagó caro sus errores en su primer servicio y le sirvió una rotura que fue oro para el pupilo de Carlos Moyá, que tiró de garra para mantenerla en el siguiente juego, donde el canadiense tuvo dos bolas de set. Fue su última oportunidad porque Nadal ya no le dejó más opciones y cerró con firmeza su pase a las semifinales.
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