Que poco hizo Independiente para ganar y cuánto hizo Central para perder. En un partido de una chatura exasperante, el Rojo se terminó quedando con la victoria a través del gol de Martínez. Lo de Central Cordoba fue tan flojo, que probablemente haya tenido su peor rendimiento en el campeonato (junto a aquella derrota ante Talleres en Cordoba). Quedó la sensación que podían jugar 3 días mas y el Ferroviario no iba a poder empatarlo.
Un volea de Rius que tapó bien Rey en el comienzo fue lo único del local, luego mejoró el elenco de Zielinsky y tuvo algunas chances atacando preferentemente por la derecha (flojo partido de Valdez). Posteriormente el juego cayó en un pozo repleto de imprecisiones. ¡No se podía jugar tan mal al fútbol! Lo del conjunto santiagueño fue insípido con un Farioli desaparecido, un Gamba muy aislado, con un Besozzi que hacía lo que podía a veces contra 3 hombres, con Pittón y Maciel voluntariosos pero poco claros; y así inquietar a Rey era un poco menos que utópico.
Una pelota perdida por Valdez, que fue a una disputa de manera displicente, dejó desbalanceado al fondo santiagueño y Martínez aprovechó una pelota cruzada apareciendo solito en el área. En la balanza el Rojo había sido levemente mejor, pero sin sobrarle nada.
En el complemento el Ferroviario probó de su propio veneno: Independiente cubrió espacios hacia atrás, le cedió terreno y balón al conjunto de Madelón, que nunca supo que hacer con ello. Así como en otras ocasiones Central golpeaba primero y se abroquelaba cerca de Mansilla, el elenco de Avellaneda apostó a lo mismo. Inclusive pudo ensayar algunas contras que pudieron haber liquidado el partido antes. Lo de Central Cordoba fue preocupante; un equipo irresoluto, tímido, previsible, en el cual los cambios no hicieron mella. Finalizó ahogándose en su inoperancia, que terminó irritando a un público que se se bancó la noche fría en el Único.
Mas allá del resultado, el funcionamiento del equipo quedó en rojo. Contra Rosario Central se perdió pero en el primer tiempo se mereció algo mas. Ante Independiente nunca aparecieron indicios de rebeldía o siquiera de empuje. Si no hay fútbol deberían aparecer otros elementos. Central no los tuvo. No obstante, este deporte es tan benévolo que dentro de un mes el Ferroviario tendra revancha ante Independiente, pero en el marco de la Copa Argentina. La buena noticia es que a Central Cordoba le quedó algo muy en claro: para pasar de fase no debe hacer nada de lo que hizo este domingo.
Foto Prensa Central Cordoba
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