Pasaron 582 días para que el Monumental vuelva a rendirse a los pies de Marcelo Gallardo. «Muñeco, Muñeco, Muñeco«, fue lo que corearon los hinchas ni bien el entrenador pisó la cancha de River para una nueva edición del Superclásico contra Boca por la Liga Profesional.
Pero lo que más llamó la atención del imponente ingreso del Millonario fue la corbata que lució Gallardo en homenaje a Ángel Labruna, uno de los máximos ídolos en la historia de la institución.
¿El motivo? Durante la semana se presentó la Fundación Ángel Labruna en el Museo de River, que al lado tiene la estatua del Feo, con muchos integrantes de su familia y es por eso que Gallardo decidió agasajarlo en el Monumental.
Justamente su hijo, Omar, es el impulsor de un proyecto que tiene como principal objetivo sacar a los chicos de la calle y acercarlos al deporte y a una vida más sana.
Cabe destacar que desde el 2003, cada 28 de setiembre se celebra el Día Internacional del hincha de River en conmemoración de Ángel Labruna, ocasión en que Omar, ex jugador del club de Núñez a finales de los ’70, recuerda «con orgullo» el legado de su padre.
A mediados de 2016, River presentó una nueva camiseta alternativa en homenaje a uno de sus máximos ídolos: Ángel Labruna. El modelo era completamente azul oscuro y tenía una banda blanca y roja que cruzaba el pecho, en honor a una corbata que utilizó el histórico jugador y entrenador multicampeón con el Millonario.
Labruna falleció un 28 de septiembre de 1983 y dejó apegado a su nombre un recuerdo grato en los hinchas, construido en torno a su figura como máximo goleador de la historia del club -317 gritos, segundo en el fútbol argentino- y también como director técnico, función en la que logró romper una sequía de 18 años sin títulos y consagrarse en seis oportunidades.
La emoción de Omar Labruna al ver a Gallardo con la corbata en honor a su padre
Luego de haber asistido al estadio Monumental y haber presenciado la victoria de River sobre Boca por 2-1, Omar Labruna se sentó en el panel de Presión Alta y expresó: “Fue una semana muy emotiva para mí. Verlo al máximo exponente de River ponerse la corbata de mi padre fue una emoción enorme”
Asimismo, confesó que no estaba al tanto del homenaje. “No sabía nada. Lo vi y se me cayeron las lágrimas. Estoy muy feliz por todo esto y el triunfo de River” contó.
El legado de Ángel Labruna en River: diez frases históricas
1- «River es noticia siempre. No porque seamos la mitad más uno, sino porque somos el país menos algunos«. Como respuesta al histórico lema azul y oro, una definición que el hincha adoptó como palabra santa.
2- «¿Cómo no lo voy a querer a Boca, si me dio de comer toda la vida?«. Al Xeneize, una de su víctimas preferidas, le hizo 16 goles. Es quien más gritó en la historia de los Superclásicos, nadie pudo superarlo en 60 años.
3- «El día que esté obsesionado con ganarle a Boca, recién ahí va a poder lucir con orgullo la camiseta de River«. Un consejo al brasileño Delem, su sucesor dentro de la cancha.
4- «Si usted no va a River lo cago a trompadas. Usted no tiene ni la más mínima idea de lo que significa, así que no lo dude y arregle«. Otro consejo, en tono de ‘amenaza’, a Ubaldo Matildo Fillol, antes del acuerdo para su arribo al club. Murió en brazos del Pato, que lo había ido a visitar a la clínica.
5- «Confieso que no entiendo absolutamente nada de muchas cosas. Pero en el fútbol, en lo mío, digo que no hay nadie que sepa más que yo«. Al goleador histórico del fútbol argentino (293), difícil discutirle.
6- «No me interesa dirigir a la Selección, para mí la Selección es River«. Con la Albiceleste jugó 37 partidos, convirtió 17 goles, ganó dos veces la Copa América (1946 y 1955) y participó del Mundial de Suecia 1958.
7- «Cuando me fui de River llegué a creer que se terminaba el mundo. Si hasta me quise pegar un tiro. Anduve como un loco toda la noche. No podía dormir. Salí a dar vueltas y vueltas. No quería volver a casa. Después vino Talleres y seguía pensando en River«. Luego de su salida del club, en 1981.
8- «La Copa Libertadores es mi única cuenta pendiente con River«, dijo en 1981, mientras Boca, Independiente, Racing y Estudiantes ya habían logrado levantarla. Labruna falleció en 1983 y no pudo verlo campeón de América tres años más tarde, cuando también ganó la Intercontinental.
9- «Si yo dirigiera a Boca me iría al descenso, pierdo todos los partidos. Con esa clase de jugadores yo no puedo jugar al ataque como lo hago con River porque están preparados para otra cosa. Yo quiero atacar con cinco o seis hombres, ganar los partidos 5 a 4. A Boca, en cambio, le alcanza con el 1 a 0«. Cuestión de estilos.
10- «Estaba dirigiendo a cualquier equipo y apenas entraba al vestuario preguntaba cómo había salido River«. Nada importaba más.
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