Sebastián Driussi, figura importante del equipo y autor de uno de los goles ante Urawa Red Diamonds, sufrió un esguince severo en el ligamento interno del tobillo izquierdo y se perderá lo que resta del certamen. La lesión, que también lo pone en duda para los octavos de final de la Copa Libertadores contra Libertad de Paraguay, obligó a Marcelo Gallardo y su cuerpo técnico a replantear de emergencia el esquema ofensivo del equipo justo en el tramo más decisivo del semestre.
El delantero de 29 años, que volvió al club este año y se convirtió rápidamente en pieza central del andamiaje ofensivo, debió abandonar el campo entre gestos de dolor tras la caída sufrida en el Lumen Field de Seattle al disputar la pelota con el arquero japonés Shūsaku Nishikawa. El impacto fue tal que, ni bien se conocieron los estudios médicos, se comunicó que el atacante estará detenido entre uno y dos meses.
El episodio marcó al plantel. «Me rompí todo», llegó a decir Driussi en los instantes posteriores a su caída. En ese instante el festejo por su gol quedó opacado por el temor de una ausencia prolongada. No es para menos: el punta llevaba siete tantos desde su regreso y se había consolidado como uno de los máximos anotadores en este 2025 junto a Facundo Colidio y Franco Mastantuono.
«Desafortunadamente tuvimos el episodio negativo de Sebastián (Driussi).En principio es un fuerte dolor en el tobillo, pero hay que esperar a los estudios para conocer la gravedad», había declarado Marcelo Gallardo antes de conocerse los resultados de los chequeos médicos.
El club invirtió más de diez millones de dólares para repatriar a Driussi y esta baja no sólo genera complicaciones en esta aventura en Estados Unidos, sino incluso abre el interrogante de si llegará en condiciones a la llave de Copa Libertadores frente a Libertad, prevista con ida el 14 de agosto en Asunción y vuelta el 21 en el Monumental.
Las variantes que tendría a disposición Gallardo:
El contexto tampoco ayuda: Agustín Ruberto sigue en recuperación de una rotura de ligamentos cruzados y Gonzalo Tapia, el delantero chileno, quedó relegado en la consideración del DT producto de su irregular rendimiento (no suma minutos oficiales desde el 19 de marzo, cuando River enfrentó a Ciudad de Bolívar por Copa Argentina). Queda entonces un panorama restringido, donde la única alternativa con experiencia inmediata es la de Miguel Ángel Borja.
Con Driussi fuera de la cancha, Gallardo enfrenta el desafío de definir cómo suplir a su principal arma ofensiva. La vía más lógica apunta a Borja, quien ingresó precisamente por el lesionado en Seattle. El colombiano ha pasado varios meses relegado al banco, pero el escenario presenta una chance dorada para recuperar protagonismo como referencia de área.
La otra alternativa podría ser una reconfiguración táctica: sumar un volante y rediseñar los roles ofensivos. En ese plan, Facundo Colidio pasaría a ocupar la posición de centrodelantero. Esta variante no sería nueva para el delantero, que ha mostrado dinamismo en el frente de ataque y se mantiene como uno de los goleadores del año. De elegirse este camino, Maxi Meza se perfila como candidato a completar el mediocampo, luego de su buena actuación ante Urawa, partido en el que anotó el tercer gol.
Otra variable es la de mantener el esquema y ubicar a Colidio como «9», dejando la banda izquierda a alguno de los nombres de recambio: Manuel Lanzini, Pity Martínez, Matías Rojas o el juvenil Ian Subiabre.
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