Sebastián Villa se quiere ir de Boca: cómo sigue su causa judicial

El jueves, a Boca le llegó un torbellino que no se vio venir ni mucho menos. Como si le faltara algo al caos que protagonizó en Brasil rompiendo burbuja sanitaria en la Copa Libertadores 2021 para el Ministerio de Salud de la Nación y los repetidos rechazos de la Liga Profesional de postergar sus encuentros para poder contar con sus titulares, le cayó otra mala noticia: Sebastián Villa se quiere ir.

Villa ya se despidió de todos sus compañeros luego del entrenamiento, retiró sus pertenencias del club y le pidió al Consejo de Fútbol que acepte la oferta del Brujas de Bélgica. En el análisis global, no se puede asegurar lo que llevó al colombiano a tomar tal decisión, pero sí se puede suponer uno de los motivos: la elevación a juicio oral de su causa por violencia de género.

Todo comenzó el 28 de abril de 2020, cuando el delantero fue denunciado por su expareja Daniela Cortés por lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas coactivas. Según la denuncia, el día anterior (27 de abril), el futbolista de Boca la habría agredido y hasta amenazado con contratar un sicario si no se volvía a su país tras una fuerte discusión.

Eso llevó a una exhaustiva investigación. La UFI 3 de Esteban Echeverría -adonde Cortés se dirigió-había solicitado la elevación a juicio oral del caso el 15 de marzo de este año, por la «probabilidad positiva» de que efectivamente se hubiera concretado la agresión, y finalmente el 4 de junio la Cámara Penal de Lomas de Zamora lo confirmó.

En ese contexto, el juicio se llevaría a cabo el año próximo ya que todavía «está en curso una instrucción suplementaria con pericias«. Si bien eso no le impide seguir jugando al fútbol, todo parece indicar que es una de las causas por las que Villa quiere irse de Boca, dejar Argentina y cambiar de aire en el Viejo Continente, a pesar de no poder esquivar la causa que lo rodea.

Villa y su contrato con Boca

Villa tiene contrato con Boca hasta el 31 de diciembre de 2024, con una cláusula de 40 millones de dólares. El pase le pertenece al Xeneize en un 70 por ciento, mientras que el otro 30 es de Deportes Tolima.

Lo primero que hará Boca es intimarlo tras no presentarse a entrenar, pero en el medio de eso están las pretensiones económicas con Brujas. Cabe recordar que el club de La Ribera ya rechazó dos ofertas (una por cinco millones de dólares y otra por siete millones más dos en objetivos y el porcentaje de una futura venta). Se espera que la tercera sea la que termine de convencer al Consejo de Fútbol para dejar ir al colombiano.