Rosario Central venció a San Lorenzo con un gol del ingresado delantero mexicano Luca Martínez Dupuy a cinco minutos del final de un partido emocionante jugado esta tarde en el Gigante de Arroyito, por la 12° fecha del Torneo de la Liga Profesional, y dio un paso importante en su lucha por clasificarse a una copa internacional.
Central ganó bien porque se defendió con las manos de Broun y acertó en el final con un gol de Martínez Dupuy, en una pelota que parecía que no quería entrar. El local salió dispuesto a imponer condiciones con una buena circulación del balón y ataques verticales como al minuto, cuando combinaron Blanco, Covea y Ferreyra por la izquierda y éste remató pero salvó Torrico.
El «canalla» disponía del campo y la pelota, pero apenas si le alcanzó para llegar con un remate de Zabala, hasta que San Lorenzo se paró mejor en el medio, Herrera lo encimó más a Blanco y emparejó el juego. Se adueñó entonces del balón y avisó con una buena asistencia de Cerutti a «Uvita» Fernández, quien picó solo por la derecha del área, pero Broun salvó con el cuerpo.
El complemento mostró el mejor juego de la visita, que dispuso mayor tiempo de la pelota y de las situaciones más claras, pero que careció de contundencia, como un derechazo apenas desviado de Di Santo, desde la izquierda, junto al segundo palo, a los 14 minutos, y otra jugada calcada de Cerutti, desde la otra punta, a los 16.
A los 25 minutos San Lorenzo dilapidó dos llegadas en la misma jugada cuando «Fatura» Broun -la figura de la cancha- le tapó un mano a mano a «Uvita» Fernández y Almada hizo lo propio al tirar al córner el remate de Herrera, en el rebote hacia la derecha.
Pese a la supremacía visitante en el juego y en las situaciones claras, Central no se dio jamás por vencido y fue con la fe que lo empecina, como a los 33 minutos cuando Ferreyra mandó un centro desde la izquierda, Ruben enganchó entre los centrales, Dupuy remató, la pelota rebotó hacia la derecha y Zabala la paró y le pegó un derechazo que Torrico salvó en el primer palo.
El anfitrión se adueñó de la pelota, el campo y los ataques en el final y volvió a llegar a los 34 minutos con un mal cabezazo de Martínez Dupuy, tras un centro de Blanco desde la izquierda, y a los 38 con un derechazo apenas desviado del delantero mexicano.
Hasta que a los 40 minutos Blanco lanzó el enésimo centro, Dupuy cabeceó solo, Torrico salvó hacia su derecha, Ruben le pegó de zurda pero la pelota recorrió el área chica, Zabala la tomó por la derecha y tocó atrás hacia el propio Dupuy, quien le pegó de derecha, el balón se desvió en Bruno Pittón y entró en el gol agónico que definió un partido de alta emotividad.
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