El partido entre Paris Saint Germain y Basaksehir, correspondiente a la última jornada de la fase de grupos de la Champions, quedó suspendido por culpa de un comentario racista del cuarto árbitro del partido, el rumano Sebastian Coltescu, en el minuto 12.
El colegiado se refirió al entrenador asistente Pierre Webó «el chico negro» para pedir al colegiado su expulsión del choque tras protestar ostensiblemente durante el partido. Ese comentario lo escuchó todo el banquillo turco provocando que todos se fuesen a pedir explicaciones al trencilla, especialmente Demba Bá, quien casi pierde los estribos.
El cuarto árbitro dijo que ese comentario no era racista y eso calentó todavía mucho más a todos los implicados. Los jugadores empezaron a rodear al colegiado principal, el también rumano Ovidiu Hategan, hasta que finalmente consiguieron suspender el partido por el comentario del otro colegiado cinco minutos después.
Los jugadores del PSG, que se jugaban la primera plaza de su grupo, apoyaron a los turcos en su salida del campo y hasta el director deportivo del club parisino, Leonardo, bajó a mediar ante la tensión que se estaba viviendo en el terreno de juego.
La UEFA tiene una clara política contra el racismo y este tipo de comportamiento en el fútbol actual no pueden ser aceptados. El partido no tiene todavía fecha de reanudación, pero a buen seguro que lo hará con unos colegiados diferentes. Tras varios minutos de negociación, la UEFA decidió no reanudar el encuentro y todavía no hay fecha para ello.
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