Pelé, fallecido a los 82 años de cáncer el jueves pasado, fue sepultado este martes en un memorial del noveno piso de un cementerio vertical mirando hacia la cancha del club Santos, donde sus restos fueron velados durante 24 horas en las cuales desfilaron por el campo de juego 230.000 personas, entre ellas el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró que «O Rei» no puede ser comparado a ningún otro futbolista de la historia.
En un clima de dolor de sus familiares más cercanos, su viuda y sus hijos, y del reconocimiento con cánticos de los hinchas del equipo donde jugó 18 años y ganó 2 Libertadores y 2 Intercontinentales, finalizaron los funerales para recordar a Pelé con la polémica instalada de que las grandes figuras campeones del mundo en 1994 y 2002 no acudieron a despedirlo.
La visita institucional más importante fue la de Lula, que realizó la primera actividad oficial desde la asunción del domingo en su viaje a Santos, adonde llegó en helicóptero luego de haber viajado en avión desde Brasilia hacia San Pablo.
El puerto de Santos, el mayor de Brasil y América Latina, será llamado Pelé, así como la avenida que circunda el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Todas las cadenas de televisión transmitieron el funeral, en medio de un clima de admiración nacional para el campeón mundial en 1958, 1962 y 1970 que elevó el nivel de fútbol global y llevó el nombre de Brasil a todos los rincones del planeta.
«Pelé es una figura muy especial. No podemos seguir comparando a Pelé con nadie, porque no hay nadie comparable a Pelé cuando se trata de un jugador de fútbol, un ser humano y el comportamiento fino y educado que tenía Pelé», aseguró Lula al canal de televisión del club Santos.
El presidente, de 77 años, estuvo con una comitiva en el estadio de Santos este martes por la mañana para participar del funeral del tricampeón mundial, al que acudieron 230.000 personas en 24 horas.
«El mundo le debe mucho a Pelé, sobre todo por la dignidad de un hombre que nació pobre, negro, en un país donde los prejuicios están muy vivos, y eso a Pelé nunca le importó, siempre supo ser Pelé, el mejor y muy humilde», dijo Lula, también de origen humilde, que tuvo que migrar con su familia del noreste que escapaba del hambre hacia el estado de San Pablo.
Lula recordó que como hincha de Corinthians todos los fines de semana sufría con el desempeño de Pelé contra su equipo y otros.
«Él nos hacía ir a cualquier lado a ver fútbol, porque muchas veces no solo nos gusta nuestro equipo, nos gusta alguien que da espectáculo, alguien que es brillante. Pelé simboliza todo lo que es el ascenso de la especie humana. Todo eso podemos percibir del surgimiento del ser humano fue Pelé», aseguró Lula, quien asumió la Presidencia por tercera vez el pasado domingo.
El velorio se realizó en el estadio Urbano Caldeira del barrio de Vila Belmiro de Santos, club donde Pelé ganó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.
El velorio fue a cajón abierto y, durante la madrugada, hubo una fila de una extensión de dos kilómetros con personas que aguardaban para darle el último adiós.
El estadio estuvo decorado con las banderas de distintos sectores de la hinchada y gigantografías de Pelé, una de las cuales decía «El único futbolista que paró una guerra» y «Viva o Rei».
Los restos de Pelé fueron llevados en un féretro cubierto con las banderas de Brasil y Santos en un camión de bomberos de Santos para ser sepultados en un cementerio privado de la ciudad, según se informó.
El cortejo, del que participaron miles de personas, frenó en la puerta de la casa de Dona Celeste, la madre de Pelé de 100 años cuyo estado de salud no le permite entender del todo la situación, según dijeron sus familiares.
El lunesr estuvieron en el velorio el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el titular de Conmebol, Alejandro Domínguez. Infantino anunció que pedirá a todas las federaciones nacionales bautizar con el nombre de Pelé a por lo menos un estadio de cada país para defender «el legado» de O Rei.
Tras el cortejo por las calles de Santos y la avenida Presidente Wilson, frente al Atlántico, el carro de bomberos llevó los restos de Pelé al cementerio Memorial Ecuménico, que es una necrópolis considerada la más alta del mundo.
Pelé había comprado un espacio para un mausoleo con su féretro mirando hacia el estadio Vila Belmiro, ubicado a 600 metros de distancia. Allí están sepultados en nichos el hermano de Pelé, Zoca, y su padre, Dondinho.
En el marco del funeral, la ausencia de Neymar, de los campeones mundiales de 1994 y de 2002 y de otras figuras del fútbol brasileño provocó una polémica en Brasil sobre el comportamiento de los excolegas de «O Rei».
«Los pentacampeones no vinieron al velorio de Pelé, los tetracampeones tampoco. El entrenador de la selección nacional (en referencia Tite) no vino. Quizás porque no ganan un cachet. La gente tiene que saber lo gigante que es Pelé. ¿Son campeones del mundo y no vinieron a ver a Pelé? Como mínimo es una falta de respeto», aseguró el exfutbolista José Ferreira Neto, principal comentarista de fútbol del canal Bandeirantes.
Neto citó específicamente a Neymar, a Kaká y a Ronaldinho Gaúcho.
En la misma dirección se pronunció Luiz Roberto, comentarista del canal SportTV y de la cadena de noticias Globonews, que consideró que «llama la atención» la ausencia de figuras de la selección y citó a exentrenadores de Santos como Leao y Muricy Ramalho y el propio Tite, quien fue director técnico de la «canarinha» hasta la eliminación en cuartos de final en el Mundial Qatar 2022.
Una ola de protestas contra los jugadores campeones de 1994 y 2002 se registró en las redes sociales.
El actual plantel de Santos visitó el velorio el lunes y uno de los principales referentes que habló fue Yeferson Soteldo, el venezolano estrella actual del Santos: «Llevaré la 10 del Rey con gran responsabilidad», dijo en el velatorio.
Apenas Mauro Silva, campeón de 1994, acudió al velorio el lunes pero como parte de la comitiva de la Federación Paulista de Fútbol, de la cual es dirigente.
«Lo importante -aseguró el comentarista Neto, quien jugó en la selección en los años noventa pero no fue mundialista y actualmente tiene una gran influencia en el periodismo deportivo- es que el pueblo fue a despedir a Pelé, que es un ciudadano del mundo, al nivel de Mahatma Gandhi, de Mandela, que el brasileño no sabe reconocer».
Neymar, principal figura de Santos después de Pelé en la historia, avisó que no iba a viajar desde París (juega en el PSG) y determinó que fuera representado por su padre.
Ante la escalada del escándalo en las redes, el capitán del pentacampeón en 2002, Cafú, dijo que estaba fuera del país imposibilitado de regresar y que esperaba acudir a una misa del séptimo día.
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