Existe un solo animal en el mundo que tiene tres días internacionales en su honor: el gato. Siendo estos, el 29 de octubre, el 8 de agosto y el 20 de febrero.
Comencemos con la historia más emotiva y con la primera fecha en el calendario que festeja a estos hermosos animales.
Cada 20 de febrero se celebra la primera de las 3 fechas del año, y en esta ocasión es para conmemorar la muerte del gato presidencial Socks Clinton, una de las mascotas del ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien gobernó en los períodos de 1993 a 1997 y 1997 a 2001, siendo el tercer presidente más joven de la nación.
Socks, que en su traducción al español es «calcetínes, era un gato callejero que una noche saltó a los brazos de una joven que salía de una clase de piano en la localidad de Little Rock, Arkansas. Esa chica, no era otra que Chelsea Clinton, la hija adolescente del entonces gobernador del estado de Arkansas, Bill Clinton. Desde entonces fue adoptado por la familia y cuando esta se mudó a la Casa Blanca, Socks cobró popularidad y se convirtió en la mascota del lugar.
Solía corretear al lado del Presidente en el jardín, deambular por la sala de prensa y, a menudo, lo llevaban a escuelas y hospitales. Por esa época, los niños que visitaban el sitio web de la Casa Blanca se guiaban por una versión animada de Socks que tuvo una página web propia y recibía una gran cantidad de correo desde todas las partes del país.
Pero en 1997, la llegada de otra mascota a la Casa Blanca fue un dolor de cabeza para el popular gatito, porque el perro labrador al que bautizaron Buddy y Socks se llevaron mal desde el primer momento.
En ese momento bromeando Clinton confesó: “lo hice mejor con los palestinos y los israelíes que con Socks y Buddy. Conseguir que los dos se llevaran bien era más difícil que conseguir la paz en Irlanda del Norte o Medio Oriente”.
Pero cuando los Clintos debieron dejar la residencia presidencial en el 2001, llevaron a Buddy con ellos y dejaron a Socks al cuidado de la secretaria del entonces presidente, Betty Currie, quien se había encariñado enormemente con el felino.
Pese a ya no vivir con los Clinton, no perdió un ápice de su popularidad entre los norteamericanos. Y en diciembre del 2002 participó en un desfile de Little Rock Christmas, en Arkansas, y dos años después hizo una celebrada aparición pública cuando Betty fue invitada a dar una charla en un almuerzo del Club de Cónyuges de Oficiales en la Base Andrews de la Fuerza Aérea y el gato formó parte de una sesión de fotos.
Socks viviria hasta el 2009 cuando debió ser sacrificado a los 18 años por una enfermedad degenerativa en la mandíbula que le impedía comer por sí solo. El año anterior Socks había tenido un problema de tiroides, pérdida de cabello, pérdida de peso y problemas renales.
Su muerte, el 20 de febrero de 2009, conmovió al mundo entero y activistas, como también las redes sociales Twitter y Facebook, que consideraron oportuno que todos los años se festeje el Día Internacional del Gato en su honor.
Los Clinton, en la página web de su fundación, comentaron en esa ocasión que “Socks dio mucha alegría a nuestra familia, a los niños y amantes de los gatos. Estamos agradecidos de estos recuerdos”. La popularidad de Socks en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo, inspiraría la celebración del “Día internacional del gato”.
¿Y las otras dos fechas?
La segunda fecha, el 8 de agosto, se estableció en 2002 por el Fondo Internacional Para el Bienestar Animal (IFAW por sus siglas en inglés), para llamar la atención sobre los derechos de los animales.
Por último, el 29 de octubre se festeja el tercer día dedicado al gato, creado por la experta en mascotas Colleen Paige, para promover adopciones felinas y para fomentar la cultura de la tenencia responsable y convivencia armónica con los animales.
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