Se dice que antes de la muerte mucha gente busca la redención, salvar su alma antes del último suspiro. Otro dicho popular promulga que todos somos
ateos hasta minutos antes de morir, ahí nos convertimos en creyentes. Creo también que los lugares tienen un alma. Y aquellos que cobijan a mucha gente mas aún. Las salas de los cines tienen espíritu. Yo lo pude corroborar en el viejo Cine Renzi de la calle Irigoyen, en la Capital de Santiago del
Estero, Argentina.
En el antiguo Cine Renzi se proyectaban películas de toda índole. Un menú variopinto audiovisual paras toda clase de espectadores. Desde películas de karate, acción, clásicas Hollywoodenses, comedias de cine argentino, películas de ciencia ficción, eróticas y triple x. Filmes de cowboys, de extraterrestres, de piratas y de espionaje.
En esa sala uno pagaba la entrada y veía no una, sino dos películas. Era un clásico a la siesta «cuquearse» o «hacerse la rata» como dicen los porteños, ir en barra al Renzi y ver dos películas. Adentro era el típico cine coqueto, amplio, pantalla bien grande panorámica, no como «las cajas de zapato», las pequeñas salas «ratoneras» de los Complejos de Cine de la actualidad… 10 salas de 2 mts. x 2 mts., un delirio… Eso no es una sala de cine. Salas de cine eran las de antes, como la del Cine Renzi.
La concurrencia era masculina únicamente. Y confluían allí todas las clases sociales. Desde los changarines del Mercado Armonía, hasta comerciantes y profesores de los colegios céntricos. Empleados judiciales, bancarios, vecinos del barrio centro y del barrios aledaños. Yo con mis 12 años ya era un habitué. Recuerdo que los concurrentes mayores veían con agrado que la mística continuase. Se ponían contentos de ver que pre adolescentes fuésemos a la Sala.
Con el correr de los años y del avance tecnológico, el ambiente del Cine Renzi se puso cada vez más denso. Comenzaron a pasar películas eróticas y pornográficas cada vez en mayor caudal. Empezó a ganarse una mala fama. Y estaba bien ganada. Se había convertido en un reducto donde los jadeos y gemidos le coparon el lugar a los balazos y gritos de karatecas.
Luego se sumó a esto mujeres trabajadoras sexuales que hacían parada allí. Y así poquito a poco fue convirtiéndose en un antro. Un tugurio de mala muerte en el corazón de la Ciudad Capital.
En los ´90 ocurrió la redención del Cine Renzi. Como una premonición de su pronta muerte, la sala de cine empezó a proyectar películas de calidad. Pasó «de la conga al jazz». Estilizó su paladar. Dejó de ofrecer el menú erótico pornográfico por cine de calidad norteamericano. En los años ´92 y ´93 pasaron todos los «tanques Hollywoodenses» y las mejores películas europeas. Este cambio de películas sirvió para que se fueran los «fiolos», las prostitutas, sus clientes, obviamente, y ocurrió lo previsto. Tenía la mala fama ganada por tantos años de delirio.
Fue una redención en vano casi. El cambio de estilo de películas a proyectar no tuvo asidero en la gente. Era por ese entonces el furor de las videocaseteras, los videoclubes y el VHS. Esto lo mató al Cine Renzi. Empezaron a pulular los videoclubes. Las caseteras se vendían como pan caliente y eran un furor.
La sala siguió abierta hasta el año ´94. Recuerdo que con mi gran amigo Rodrigo Peña fuimos a ver la última película que se iba a proyectar. Vimos «Forrest Gump» en el Renzi. Luego esa cinta ganó todos los Óscares de ese año y fue el boom de Tom Hanks.
Luego de ello el Cine Renzi cerró definitivamente sus puertas. Con Rodrigo nos fuimos a estudiar afuera. Yo fui a Córdoba a estudiar cine y él a Buenos Aires a estudiar publicidad. El Cine Renzi se convirtió en una playa de estacionamiento. Años después Rodrigo falleció. Yo regresé a vivir a Santiago luego de tantísimos años.
La última vez que dejé el auto allí el playero me contó que cambian el sereno cada tanto. Dice que por las noches se escuchan balazos, jadeos y gemidos, alguna patada karateca y el grito inconfundible de Bruce Lee. «El lugar esta engualichao jefe» me dijo. Lo salude sonriendo y pensando que no es un gualicho sino el alma de la sala que sigue latiendo cine adentro.

Gracias por la información aguante el ex Cine Renzi!!!
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Saludos generación de oro
Nunca olvidaremos aquellos tiempos inolvidables ( 2964418929 ) juanscasso96@gmail.com