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En el barro: María Becerra será parte del spin-off de El Marginal

La cantante participará en un serie que contará con la producción de Underground y Netflix.
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Tras participar en la película animada Mi Villano Favorito 4, que tuvo un exitoso estreno en los cines, María Becerra se anima a un nuevo desafío en la pantalla chica.

Con un video que compartió en sus redes, María Becerra confirmó que tendrá una participación especial en la serie En el barro, el spin-off de El Marginal, producida por Netflix, Underground y Telemundo Studios.

Creada por Sebastián Ortega, esta nueva historia, que ya comenzó su rodaje, contará los secretos y adversidades del mundo carcelario femenino.

https://twitter.com/CheNetflix/status/1811048362482770039?t=IkzM5uSIY9Bm7gec-vTDRA&s=19

Elenco de En el barro

Principal: Ana Garibaldi, Valentina Zenere, Rita Cortese, Lorena Vega, Marcelo Subiotto, Carolina Ramírez y Ana Rujas.

Secundario: Camila Peralta, Erika de Sautu Riestra, Martin Rodríguez, Silvina Sabater, Payuca y Carla Pandolfi.

De qué trata En el barro

Mientras son conducidas a la prisión de La Quebrada, Gladys Guerra “la Borges” y un grupo de condenadas sin historia previa en el mundo carcelario, viven una situación límite que las unirá para siempre. Como sobrevivientes, a partir de entonces enfrentarán la vida en prisión luchando contra la adversidad del régimen carcelario, y el desafío de las diferentes “tribus” que manejan el cotidiano de la cárcel. Usando las armas que cada una trae por su historia personal, descubriendo sus propias fortalezas y debilidades, construirán su lugar en el universo de La Quebrada.

En el barro relata la transformación de este grupo de detenidas inmersas en una nueva realidad – encierro, privación de la libertad – y enfrentarán el desafío de conseguir su propio espacio, pelear por derechos y beneficios, y resistir el avasallamiento de las diferentes “tribus” que manejan el cotidiano de la cárcel. Sin buscarlo, se convertirán en “Las embarradas”. Las motivaciones y objetivos de la vida anterior son reemplazados por la supervivencia cotidiana, a la vez que intentan sostener las conexiones con el mundo exterior. El contacto con familiares, allegados, y las cuentas pendientes son lo único que alimenta la esperanza de recobrar la libertad perdida.