Lanata invitó a Macri a su casamiento y pensó en sumarlo a Massa pero se arrepintió

El día en el que Jorge Lanata le pidió casamiento a Elba Marcovecchio no sabía cómo esconder el anillo que había encargado especialmente. La invitó a comer a un lugar lindo y conversaba con ella un poco incómodo, hasta que en un momento entendió que ya no podía ocultarlo y le preguntó si quería casarse con él. El primer casamiento por iglesia de su vida. Ella, lo sabemos, le dijo que sí.

Las circunstancias de ese momento íntimo y el dato desconocido de quiénes son sus testigos en el civil son algunos de los detalles de la boda que revelamos hoy, como anticipo de una larga entrevista con el periodista y conductor de PPT que se publicará completa el próximo lunes en TN.

-Lanata, ¿cuántos años tenés?

-Sesenta y…uno. Cumplo sesenta y dos ahora, me quedé pensando… Si, sesenta y uno.

-¿Y por qué te casas?

–Porque la quiero a Elba y porque está bueno casarse. Yo nunca me había casado por iglesia, para ella es importante. Yo soy católico, siempre lo dije. Soy una especie de católico díscolo, pero soy católico. Encima me casa un cura con el que tuve lindas discusiones sobre la religión, que es Guillermo Marcó, el que era vocero de (Jorge) Bergoglio (hoy papa Francisco).

-¿Te acordás del momento cómo fue? Sí, te lo acordás obvio. Pero, ¿querés contarlo? El momento cuando decidiste que le ibas a decir a Elba: “Me quiero casar con vos”. ¿Cómo fue, quién fue?

-Si, yo lo decidí y en un momento pensé bueno, le voy a decir de casarnos, y de hacerlo por iglesia. Fuimos a comer, yo le había pedido a un amigo que me hiciera un anillo que a mí me gustaba, con una piedra, muy bonito. El problema es que los anillos vienen en una caja, y la caja era así de grande. ¿Y cómo hago yo para meter una caja de ese tamaño sin que la vea? Entonces tenía de este bolsillo (se toca el bolsillo derecho) un bulto enorme, y no tenía manera de sentarme. Trataba de esconder el bulto mientras hablaba con ella, y bueno en un momento saqué la caja y le di el anillo, fue lindo.

-Fue muy de película

-No, pero no era mi idea que fuera de película. ¿Y qué iba a hacer? Tampoco me iba a arrodillar y decirle. Fue una comida a la noche en un lindo lugar, que se yo. Fue lindo.

-Ahora…En la fiesta primero dijiste que iban a ser 50 y al final son un montón.

-Es un quilombo la fiesta.

-Ese mundo… ¿Te representan los invitados de esa fiesta? ¿Son tu gente?

-Sí, “mi gente”, en el sentido estricto de la palabra llamo a todos los que laburaron conmigo, vos lo sabés. Vos sos mi gente. Y un montón más. También gente que hoy es K y me odia es mi gente. Hay otros que son mi familia. Pero sí, hay otros que de alguna manera son mi gente, de algún modo más ampliado. Yo lo que pensé para las invitaciones es: a ver, ¿a quién invito? Tipos con los que yo haya ido a comer, que hayan venido a comer conmigo o que hace tiempo que nos vimos, y ya está. Después, no me importa nada social, en el sentido de que esté tal porque es importante. Me importa un carajo. Va a haber gente importante pero no está ahí por eso.

-Va el expresidente Mauricio Macri.

-Va Macri, por ejemplo.

-¿Por qué va?¿De la política quienes van?

– Porque es un tipo que yo vi mucho. Martín Tetaz y Macri. Pero es un tipo que yo vi mucho. También podría haber invitado a Sergio Massa, o haber invitado a otros. Lo que pasa es que después dije: va Macri, y si le digo a Sergio que venga, ya va a ser un programa de “A dos voces”. Van a estar todos pensando: ¡No, vino tal para equilibrar al otro. Entonces digo: “No, para qué lo voy a meter en ese quilombo, no lo llamo y chau, no pasa nada”. Perdóname, no te invité Massa. Va la gente que estuvo conmigo todos estos años, hay de todo.

-¿Pero es un problema para un periodista invitar a un ex presidente a una fiesta personal?

-Me importa reverentemente un pomo eso. Ese razonamiento de microclima, Geuna …

-Te lo pregunto…

-No, déjame de joder. Que se vayan todos al carajo. Yo invito a quien tengo ganas. ¿Qué van a decir por eso, que soy macrista? Me importa un pomo, no soy macrista. Si lo fuera lo diría, no tiene nada que ver. Es un tipo con el que yo tuve relación. Lo vi 400 millones de veces, me vino a ver estando enfermo dos o tres veces. Es un tipo que me cae bien. Políticamente ha hecho grandes cagadas, no le estoy haciendo campaña a Macri invitándolo.

-Esta viene en modo chisme, ya dijimos invitados…¿Quiénes son tus testigos, porque hay un civil? Las dos personas que van a testificar ante la ley.

-Mis testigos son Martina Perdiguero y Facundo Casanova.

-¿Querés contar quiénes son?

-Martina Perdiguero es mi asistente, aparte es periodista. Trabaja en la producción de los documentales y en PPT. Facundo es mi asistente personal digamos. Se ocupa de todo, de trámites, de cosas. Si me voy de vacaciones, viene Facundo, maneja el auto, hace de todo… Está mucho acá en la casa. Después están la mamá de Elba, que se llama Elba, y un hermano (de su futura esposa), que es médico.

– ¿Y por qué vos elegiste a Martina y a Facundo, que son dos personas adorables, que están con vos alrededor tuyo, son tus asistentes?

-Y pero porque…. qué se yo… para mí es es un garrón ir de testigo, es como que les pedí un favor. A ellos les gustó, no sé.

– Es un regalo hermoso para ellos

– Claro, pero yo dije, bueno, Facundo y Martina esté bien.