Pedir ayuda y no ser escuchada, es una situación por la que atraviesan miles de mujeres en Argentina que sufren violencia de género e intentar sobrevivir, sin el acompañamiento de la Justicia, el peor de los hostigamientos.
Este es el caso de Araceli Herrera, una joven de 29 años oriunda de Cañuelas, quién denunció en varias oportunidades por violencia de género a su ex pareja, Mauricio Font, un empresario con el que vivió una tormentosa relación de 2 años.
Y como suele suceder en la mayoría de los casos, lastimosamente, luego de brindar su relato ante los diferentes oficiales, solo logró conseguir la, ya probada inservible, restricción perimetral, que parecería ser un dulce para los agresores.
Cansada de la situación y con el miedo latente de ser asesinada, Araceli realiza una cronología con fotos, y videos de cómo su agresor rompe sistemáticamente la orden de restricción, así como también las diferentes lesiones que le causó Font.
En diciembre del año pasado, cuando tras una golpiza y ya con una perimetral, el agresor fue a ver a la mujer, por lo que el fiscal de la causa, Lisandro Damonte, pidió en febrero la «detención de Mauricio Font», a la cual no dio lugar el juez de Garantías del juzgado 8 de Cañuelas, Martín Rizzo.
Luego de difundir a través de su cuenta su situación junto a diferentes pruebas y fotos en donde se pueden ver los golpes que recibió, consiguió que este martes la Justicia le colocara una tobillera a su agresor y aumentara la restricción – que su ex pareja había ya roto – de 200 a 1000 metros, con un aparato que comienza a sonar si él rompe esa distancia.
«Más tranquila no estoy porque se que no se va a quedar quieto. Veo que por suerte se movió la causa porque tuvo repercución en las redes sociales, pero sino hubiese sido como cualquier otra persona. Yo espero poder llevarlo a un juicio», enfatizó la mujer.
«La violencia física que sufría eran piñas, patadas. Tirarme en el piso y no parar de pegarme por la espalda, agarrarme la cabeza. Taparme la boca todo el tiempo, romperme el teléfono celular, todas esas cosas», relató Araceli a cronica.com.ar.
«Él me decía ‘yo si quiero te mato a vos y a toda tu familia, porque me cuesta el 0,001 por ciento del dinero que tengo’ o también me amenazaba y decía ‘cuando te mate va a parecer un robo'», relata Araceli, sobre una situación que espera que la Justicia pueda resolver, para poder vivir «sin miedo».
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