Creó Ubre, una remisería solo para mujeres y Uber la intimó judicialmente

Solange Barroso es una joven de 36 años oriunda de La Matanza que creó «Ubre», un empredimiento de remises exclusivos para el traslado de mujeres que difundió y cobró visibilidad a través de sus redes sociales.

El conflicto llegó luego de que la empresa multinacional de transporte, «Uber Technologies, Inc» la intimara judicialmente a través de una carta documento argumentando que el nombre de fantasía que eligió para su emprendimiento es “muy similar y confundible”.

Solange es profesora de teatro y madre de una pequeña niña. Comenzó «Ubre» ya que luego de separarse del padre de su hija “necesitaba un ingreso extra de dinero, porque con la pandemia las horas de clase que se pueden agarrar son muy pocas, y ahora tengo que pagar sola un alquiler y los gastos diarios”, explicó en diálogo con Télam.

Impulsada por la realidad de miedo e incertidumbre que viven las mujeres que se suben a un auto o a un remis conducido por un varón desconocido, Barroso tuvo la idea de crear una red de transporte hecha por mujeres para otras mujeres. Así, empezó a transportar a amigas y conocidas del barrio y después se animó a repartir volantes en el barrio con sus datos. 

«Es un servicio en espejo: yo me siento más segura y mis pasajeras también, me lo dicen todo el tiempo y me cuentan malas experiencias que vivieron con choferes”, expresó Barroso explicando los beneficios de Ubre, nombre que se le ocurrió a su hermana.

Luego de que su empresa creciera y se hiciera más conocida en el barrio, la joven decidió inscribir el nombre en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), para “proteger la marca». Además, dedicó un número exclusivo de Whatsapp para solicitar el servicio.

Pocos días después a Solange le llegó una carta documento proveniente de “Uber Technologies, Inc” en donde se le solicitaba “desistir de su solicitud de registro de la marca UBRE” y “cesar inmediatamente todo uso” de la misma.

El documento legal enviado por la multinacional también señala que “en caso de no tener una respuesta dentro de los cinco días hábiles” se tomará como una respuesta negativa y se “iniciarán acciones legales”.

Asesorada por un abogado, la joven emprendedora afirmó que “no desistirá del nombre” pero que buscará dialogar con los representantes de la empresa ya que no tiene “ganas de perder tiempo, ni energía en un litigio eterno”.

Por otro lado, aclaró que el servicio que brinda «Ubre» es muy distinto al de «Uber»: “El mío es un servicio personalizado, conozco a cada una de mis pasajeras, sé lo que necesitan y ellas se sienten confiadas de viajar conmigo”, confirmó y llamó a que “todas las mujeres luchen por sus emprendimientos, espero que la repercusión de esta fea situación que me toca vivir sirva para darle fuerza a todas y sea un empujoncito para salir adelante”.