Luego de un operativo realizado durante la madrugada de este martes, la Policía bonaerense detuvo a Cristian Adrián Jérez, el único sospechoso de ser el autor del femicidio de Ludmila Pretti, la adolescente de 14 años cuyo cuerpo fue encontrado el lunes.
Según confirmaron fuentes oficiales, el joven de 19 años fue apresado en su casa ubicada en la calle Diario La Nación al 4000, luego de que los investigadores obtuvieran la geolocalización de su celular. Se trata del mismo lugar donde fue hallado el cuerpo de la víctima.
Ludmila fue asesinada entre las 6:30 y las 11 del domingo, luego de asistir a una reunión con unos amigos el sábado por la noche, y según los datos preliminares de la autopsia, fue asfixiada con una bufanda.
Todo ocurrió en la propiedad ubicada en la calle Diario La Nación 4038, en Francisco Álvarez, partido de Moreno. El sábado a la noche,s Jerez organizó una reunión, a pesar de las prohibiciones para prevenir la propagación del coronavirus.
Según los vecinos, esta persona lo hacía «todos los fines de semana» sin importar las restricciones impuestas por el aislamiento. Se trata de un terreno con varias construcciones alquiladas que comparten la entrada y un patio. La de Jerez está al fondo.
Ludmila y su amiga Mayra fueron a esta casa el sábado por la noche. Conocían a Jerez a través de su primo. Pasaron por el lugar alrededor de 10 personas durante la noche, pero para el amanecer quedaron cuatro: Ludmila, Mayra, Cristian y su primo. Fueron ellos los que declararon que Ludmila se quedó sola con Jerez, además del testimonio de los vecinos.
Desde el celular de Ludmila enviaron un mensaje avisando que estaba a punto de regresar a su casa en un remís. Fue alrededor de las 6.30 de la mañana. No está claro que haya sido ella quien lo hizo.
Como no llegó, su mamá hizo la denuncia en la comisaría después de rastrear a los que habían participado.
Fueron los padres de Ludmila los que identificaron a las personas que estuvieron en la reunión y las nombraron a la Policía. Un tío, que es agente de la Federal, rastreó la ubicación de su celular y detectaron que el teléfono nunca salió de esa casa donde se habían juntado los chicos.
El teléfono tuvo su última conexión a las ocho de la mañana y después desapareció.
Así, una hora después, por pedido del fiscal Federico Soñora, allanaron el domicilio y encontraron a Ludmila: su cuerpo estaba escondido debajo de la cama.
Fuentes judiciales confirmaron que, según el resultado preliminar de la autopsia practicada este lunes, la adolescente fue asesinada por «asfixia mecánica».
También detallaron que el asesino usó la bufanda que tenía en el cuello para matarla. Ya habían anticipado que esa pashmina era «compatible con las lesiones que encontraron en su cuerpo». La autopsia lo confirmó.
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