Tras ocho días de búsqueda en la zona de Pampa de Olaen y La Falda, este viernes a la noche, pasadas las 23, los rescatistas se concentraron en la búsqueda del cuerpo de Ivana Módica, de 47 años, la mujer desaparecida el jueves 11 de febrero en Córdoba. Su pareja, Javier Galván, detenido desde el lunes, confesó ante la fiscal Jorgelina Gómez.
Antes del traslado hacia el penal de Bouwer, Galván pidió declarar. Designó defensor ayer cuando estaba a punto de cumplirse el plazo para que se le estableciera uno de oficio. Felipe Jure había dicho que su cliente “no tenía nada que ver” con la desaparición de la mujer y que estaba “sorprendido” por la situación. Según dijo, creía que ella “se había ido por sus propios medios”.
Galván es piloto de la Fuerza Aérea y Módica era personal civil, periodista. Hacía poco más de un año que tenían relación, pero recién convivían desde diciembre cuando se mudaron a La Falda. El abogado afirmó que habían discutido el jueves por la noche y él había salido a “airearse”.
El la había denunciado en octubre y ella, un tiempo después. Regían restricciones de acercamiento para ambos, pero las rompieron al irse a vivir juntos. Galván fue detenido por obstrucción a la Justicia después de que se detectaran incongruencias en sus declaraciones y las cámaras de seguridad y una patrulla rural mostrara que había estado en el camino de Pampa de Olaen en la madrugada del viernes.
La última comunicación de Módica había sido con su hija Paula el jueves a las 22:30. La joven, quien viajaba a visitarla desde San Luis con los nietos, se mostró extrañada de que su madre cortara la charla con monosílabos y hasta dudó de que fuera ella quien le contestara.
La pareja dijo que suponía que la mujer había salido a caminar por el cerro La Banderita y por esos los primeros días la búsqueda se concentró en esa zona. Después, con las imágenes, cambiaron hacia la Pampa de Olaen y esta noche se concentraron entre el Camino El Cuadrado y el hotel Edén.
La familia de Módica había insistido que la relación estaba dominada por la violencia y mencionaron que incluso su psicóloga daba cuenta de esa situación. Galván era divorciado y padre de un nene de 13 años y ella también era madre de una sola hija.
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