El 25 de octubre fue nombrado Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Por eso, la Fundación Avon presentó los resultados de la Encuesta Regional de Opinión Pública sobre Violencia de Género, que analiza qué pasos atraviesan y qué obstáculos enfrentan las mujeres que buscan salir de una situación de violencia.
La encuesta fue realizada en Argentina, Colombia, Ecuador y México, por Avon y Fundación Avon de la mano de Quiddity, y organizaciones del tercer sector en cada país. En nuestro país, el proyecto contó con el apoyo y participación de La Casa del Encuentro y ONU Mujeres.
El objetivo fue realizar una investigación para detectar los obstáculos, motivadores e inhibidores que se presentan al momento de iniciar transitar o permanecer en lo que se llama la ruta crítica: es decir en todas aquellas decisiones y acciones tomadas por una mujer afectada por una situación de violencia de género para salir de la misma.
“La ruta crítica son todas aquellas decisiones que toma una mujer que está atravesando una situación de violencia de género para salir de la misma. Decimos ruta crítica porque en ese proceso de pedir ayuda, de salir, que no siempre es rápido, que en general es complejo, que involucra muchos actores, con quiebres de comunicación entre un actor y otro. Muchas veces no saben para donde seguir, a quién acudir”, explica Ana Inés Alvarez, Directora Ejecutivas de Fundación Avon.
La encuesta se hizo a más de 2.000 personas de forma cuantitativa, profundizando en 24 entrevistas de índole cualitativas, para poder ahondar en las razones y sensaciones detrás de las respuestas. La misma reveló que entre los principales factores inhibidores para hablar el principal factor es el miedo.
Un 40% de las encuestadas dijeron tener miedo a las consecuencias, y un 25% indicó que tiene temor directo a recibir amenazas. En segundo lugar, el factor inhibidor más importante es tener hijos a cargo.
En ese sentido, 7 de cada 10 consideran que tener personas a cargo es un desafío adicional a la hora de pedir ayuda, y las razones señaladas van desde no saber con quién dejar a cargo a los chicos (16%), sentir que el vínculo se podría ver afectado negativamente (14%) o sentir que las personas a cargo iban a estar en peligro si pedía ayuda (11%).
Entre los factores más importantes para no hablar se señalaron además la vergüenza (34%) y la sensación de que nadie va a poder ayudarlas (30%), ya sea por falta de herramientas o voluntad para ayudarlas, o por descreimiento: el 28% de las encuestadas señaló temor a que no les crean.
De acuerdo al informe, la vergüenza puede aparecer al intentar pedir ayuda a su entorno que puede juzgarla, y a su vez al momento de realizar una denuncia y sentirse expuesta en su privacidad ante personas desconocidas.
En Argentina, una de las entrevistadas señaló “Ir a la comisaría era vergonzoso, tener que estar hablando de tus problemas delante de otras personas, contar, porque te preguntaban así, delante de todo el mundo a que ibas».
El informe en números:
- El 50% de las mujeres en situación de violencia de género temen a las consecuencias.
- La vergüenza es la segunda barrera más mencionada, por el 43%.
- 4 de cada 10 mujeres que vivieron violencia de género no hicieron la denuncia por temor a no poder subsistir económicamente.
- Un tercio mencionó que no sabe a dónde o a quién acudir y una de cada tres recibió amenazas.
- A su vez, el 30% sintió que no iba a recibir respuesta o ayuda.
- El 41% de las mujeres que vivieron violencia de género no quieren denunciar por sus hijos/as y 7 de cada 10 considera que tener personas a cargo es un desafío adicional a la hora de pedir ayuda.
- El 80% transitaron, al menos una vez, situaciones de violencia (física, sexual, simbólica, psicológica y/o económica patrimonial) por su condición de género.
- El 36% reconoce haber vivido estas situaciones de violencia por su condición de género y solo la mitad (50%) de las mujeres que indicaron transitar situaciones de violencia de género lo reconocieron como tal.
- El 25% habló de su situación con alguien: personas de su entorno, profesionales de la salud o instituciones especializadas.
- Solo el 11%, además de conversar, pidió algún tipo de ayuda a un interlocutor.
- A su vez, solo el 5% inició un proceso de denuncia ante las autoridades policiales, judiciales y/o entidades especializadas y un tercio de este porcentaje considera que no recibió el tratamiento adecuado al denunciar.
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