Violación grupal en Palermo: dieron positivo las pruebas de ADN para dos de los seis detenidos

Las pruebas de ADN dieron positivo para dos de los seis detenidos con prisión preventiva por el caso de la joven de 21 años abusada sexualmente en febrero en las cercanías de la Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo.

Los perfiles genéticos hallados en la ropa interior y en el cuerpo de la víctima corresponden a Lautaro Ciongo Pasotti, de 24 años, y a Ángel Pascual Ramos, de 23, de acuerdo a lo que confirmó a Télam el abogado de la joven, Hugo Figueroa.

Es así que el resultado de los cotejos de ADN coincidió con lo registrado en los videos, en los cuales quedaron capturadas las imágenes, en primer lugar de Ramos y luego de Pasotti, manteniendo relaciones sexuales con la víctima dentro de un auto Volkswagen Gol.

En tanto, pese a que los perfiles genéticos dieron positivos en dos de los seis detenidos, el juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, había afirmado que los imputados “actuaron en base a un plan previo con división de tareas, lo que permite atribuirles la totalidad de la obra común, más allá de que alguno de los ellos no hubiera realizado de propia mano la conducta”.

Con esta pericia concluida, todo se encamina para que el fiscal Eduardo Rosende, a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional 48, de por finalizada la etapa de instrucción y realice en breve el requerimiento de elevación a juicio.

Cabe recordar que el hecho ocurrió el feriado del lunes 28 de febrero, cerca de las 15, en la calle Serrano al 1300 en la zona de Palermo Soho. Allí, una pareja de panaderos y otro vecino intervinieron al ver que abusaban en grupo a una chica dentro de un auto Volkswagen Gol estacionado junto a la vereda.

Cuatro de los imputados, identificados como Pascual Ramos, Ciongo Pasotti, Steven Alexis Cuzzoni (19) y Franco Jesús Lykan (23), estuvieron dentro del vehículo con la víctima.

Por su parte, los otros dos, Thomas Fabián Domínguez (21) e Ignacio Retondo (22), cantaban y tocaban la guitarra en la vereda, aunque “observando y convalidando el ataque sexual”, según lo establecido por el juez Fernández en el procesamiento.

Para el magistrado, los seis actuaron con “un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles”, más allá de que no todos hayan participado activamente del abuso de la víctima, al que describió como un “ataque sexual masivo”.

Tanto el juez como luego la Cámara del Crimen sostuvieron que los acusados se aprovecharon del estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la joven, que tenía alcohol, marihuana y anfetaminas en su organismo, a partir de lo cual no estaba en condiciones de consentir ningún acto sexual.