La constante variación de precios que aplica YPF a los combustibles, a través de ajustes diarios de apenas el 0,3% o 0,4%, está generando una gran preocupación en el sector y un considerable malestar tanto para los expendedores como para los consumidores. Lo que comenzó como un movimiento esporádico de precios, se ha convertido en una dinámica cotidiana que provoca incertidumbre y problemas operativos en toda la red de estaciones de servicio.
En una entrevista con Radio Exclusiva, Jorge Saad, de la Cámara de Expendedores de Petróleo y Afines de Santiago del Estero, describió la situación como «bastantes problemas en la situación diaria del colega». Según Saad, los operadores se ven obligados a modificar constantemente los precios en los surtidores, cartelería, y a rehacer informes y planillas de cierre, una tarea que las otras petroleras evitan al realizar sus ajustes de manera semanal o quincenal, lo que resulta «algo más coherente».
Un precio que se acerca al valor internacional, pero con más impuestos
A pesar de los ajustes diarios, el precio del combustible en Argentina ya se encuentra «medianamente en una línea» con los precios internacionales, que se estiman en torno a 1,20 dólares por litro. Según Saad, el país se ubica en el mismo rango de precios que el resto de América Latina, con la particularidad de tener una carga impositiva mayor. Se estima que, para alcanzar el precio internacional, aún faltaría una suba cercana al 8%.
Más diferencias entre provincias y un problema para el transporte
Saad también señaló que esta nueva estrategia de YPF está reabriendo la brecha de precios entre las diferentes provincias. «Somos más castigados el resto del país», afirmó, destacando que las variaciones diarias están afectando de manera desproporcionada a las provincias en comparación con el Área Metropolitana de Buenos Aires.
El impacto no es solo para las estaciones de servicio. La falta de un precio estable complica la actividad de los transportistas, quienes no pueden calcular con certeza el costo del combustible. Tanto los servicios de remises como los transportes de carga se encuentran en una situación de incertidumbre, ya que el precio del gasoil —su principal insumo— fluctúa constantemente, dificultando la correcta fijación de tarifas para fletes y pasajes.
El representante de la Cámara de Expendedores concluyó que este «aumento por goteo» ya ha acumulado entre un 4% y un 5% de incremento en el mes de agosto, y queda por ver si esta nueva estrategia de YPF eliminará la necesidad de un «sablazo» importante a principios del próximo mes, como era habitual.
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