Apesar del relato construido por el gobierno de Javier Milei en torno a las jubilaciones, el recorte de los haberes de los jubilados explica la mayor parte de la reducción del gasto público. La motosierra libertaria también arrasó con las partidas destinadas al capital y la transferencia de recursos hacia las provincias.
Así se desprende del informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) titulado Análisis de la ejecución presupuestaria de la administración nacional, que calculó una contracción interanual real de 29,7% del gasto primario y de 8,7% de los intereses hasta octubre.
La motosierra ajustó a los jubilados y las provincias
En el transcurso de los primeros diez meses del año, la administración nacional alcanzó un superávit primario de $9,6 billones y un resultado positivo financiero -que computa el pago de intereses de la deuda- de $1,8 billones. El equilibrio de las cuentas públicas es la piedra basal sobre la que se asienta el programa económico de Milei.
Por el lado de los ingresos, las arcas del Estado central sufrieron una retracción de -5% respecto al mismo lapso del año anterior. La recaudación impositiva vinculada a la actividad económica mostró las mayores caídas cómo IVA (-9,2%) e créditos y débitos (-8,1%) mientras que los gravámenes ligados al comercio exterior exhibieron un crecimiento por encima de la inflación.
«Los gastos totales se contrajeron -27,7% interanual, con mayores bajas en gastos de capital (-77,5%) y transferencias a provincias (-76,9%). Las jubilaciones y pensiones (-18,9%) continúan representando el concepto que explica la mayor parte de la baja del gasto, aunque mes a mes vienen descontando dicha baja», reza el estudio del OPC.
Los subsidios a la energía experimentaron una caída de -34,4% en términos reales mientras que las subvenciones al sistema de transporte público retrocedieron -38,9%. Al mismo tiempo, los gastos en bienes y servicios se vieron reducidos en -42,3%, las transferencias a las universidades anotaron una merma de -28,7% y las partidas destinadas a personal cayeron -19,6%.
A propósito de las jubilaciones y pensiones, los incresos asociados a la Seguridad Social volvieron a crecer en octubre a un ritmo de 9,5% interanual real. No obstante, acumulan un retroceso de -11,5% en lo que va de 2024. Además, los analistas destacaron que el poder de compra de los haberes jubilatorios «registra en promedio (10 meses) una caída real de -23,3%, que disminuye a -16,9% en el caso de los haberes mínimos complementados con bonos».
Al mismo tiempo, sumaron que la Prestación Alimentar, ex Tarjeta Alimentar, cayó -14,6% a/a real en el mismo período, a pesar de la suba del 137,5% en el valor de la prestación, que se extendió a familias con hijos de hasta 17 años desde septiembre.
«Las pautas salariales del sector público (incluidas las universidades) estuvieron por debajo de la inflación, con variantes de acuerdo al escalafón. Esto se vio reflejado en la comparación interanual de los gastos en personal y transferencias a universidades, que registraron caídas reales de -19,6% a/a y -28,7% a/a», agregaron.
Cuentas fiscales: qué esperar de cara a 2025
El titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz, explicó que de cumplirse con el cierre fiscal 2024 previsto en el proyecto de ley de Presupuesto 2025, el gasto primario real terminaría el año con una caída real interanual del 26,7%, explicado en parte por un desplome de 16,3% en jubilaciones.
De cara a 2025, las estimaciones arrojan que el gasto primario, que excluye los pagos de intereses de deuda, crecería 5,7% real interanual por el aumento en las partidas jubilatorias. «Lo relevante es que el gasto en jubilaciones le pone un piso de crecimiento del 2,2% real al gasto primario durante el año 2025 (se supone que el resto del gasto primario no crece)», apuntó Argañaraz.
A la vez, el economista juzgó que si la economía crece un 5% en 2025, como prevén el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el ratio gasto primario/PBI se mantendrá prácticamente igual que en 2024 y lo mismo sucedería con el gasto en jubilaciones.
«Si por algún motivo la economía creciera un 3%, dado un crecimiento real del gasto en jubilaciones del 5,7%, el resto del gasto primario debería crecer un 2,4%, para mantener el mismo ratio gasto primario/PBI», ilustró. Cabe destacar que las consultoras relevadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) proyectaron un rebote de 3,6% para el año que viene, contrastando con las estimaciones del FMI.
Por último, el analista económico remarcó que «el crecimiento previsto para el gasto en jubilaciones será mayor en la medida que la inflación descienda a mayor ritmo a lo largo de los meses, como así también si en algún momento se decide incrementar el valor de bono de $70.000».
Fuente Perfil
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