Según confirmaron los investigadores, el lugar del hallazgo está cerca del Puente de los Bulacios, en un banco de arena, en un remanso del rio Salí: a 31 kilómetros de la zona en la que los perros marcaron el último rastro. La familia ya se encuentra en el lugar y reconoció la ropa del nene.
Brian había sido visto por última vez por la tarde en el barrio La Milagrosa, en Banda del Río Salí, un pueblo ubicado a menos de 10 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Había ido en su bicicleta a solo dos casas de la suya a jugar con un amiguito. Pero la familia vecina debía salir y el niño se quedó cerca de allí. Su bicicleta, de color azul, fue hallada a pocos metros del cauce del río Salí, donde sus huellas marcaron el último rastro que se conoce de él.
La principal hipótesis que manejaban los investigadores es que el nene podía haber caído al agua, aunque no descartaban que haya sido secuestrado. Los perros de la policía fueron los que siguieron su rastro y llevaron a los investigadores a las cercanías del Salí, cuyo cauce creció en las últimas horas por las fuertes lluvias que castigaron la zona.
El último recorrido de Brian
Con los testimonios de familia y testigos se logró reconstruir el recorrido que hizo Brian hasta que se le perdió el rastro.
Tras su desaparición, las autoridades montaron un operativo de búsqueda por cielo, tierra y agua que incluyó más de 100 personas.
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