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Internas, ataque de nervios y listas negras en el Gobierno

En Casa Rosada se armó la nómina de personajes "a escrachar", pero cerca de Caputo no creen que sea la mejor receta para administrar un momento de tensión en el que el FMI está borrado y la plata no aparece. Algunos en el Quinto Piso hasta les hicieron llegar disculpas a economistas cuestionados. Sturzenegger, del lado de Milei, se radicaliza para ganar posiciones en el Gabinete. 
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De la usina de batalla cultural que opera en la Casa Rosada -que es propiedad casi exclusiva del Triangulo de Hierro del Presidente- salió la ofensiva contra aquellos que osaron decir que el Gobierno tiene un problema serio en el atraso cambiario. Pero la disputa tiene matices y hay cuadros en Hacienda, de la línea del ministro Luis Caputo, a los cuales la política de prender fuego a economistas no les parece el mejor camino en momentos tensos donde faltan divisas. En paralelo, los que siguen fieles a Milei, como el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, se alinean y aprovechan para avanzar en posiciones y consideraciones dentro del Gobierno. 

El caso Domingo Felipe Cavallo, que terminó con su hija, Sonia, despedida de la Organización de Estados Americanos (OEA) por pedido de la hermana del Presidente, Karina Milei, es sólo uno de una lista negra que, según supo Página I12, se armó con nombres variopintos de economistas, analistas y políticos que le apuntan a Milei el callejón sin salida al que está entrando pisando el dólar. 

El último episodio fue la filtración a la prensa amiga del Gobierno de nombres de economistas del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), un polo que lista a históricos como Roberto Frenkel y otros como Sebastián Katz y Martín Rapetti y en el que hubo algunos cuestionamientos al precio que tiene la divisa estadounidense. De acuerdo a informaciones que corraboró este diario, e ese pelotón quieren sumar, apuntandole a su pasado en la gestión, a Emmanuel Álvarez Agis y también a Carlos Melconian. La usina de operaciones oficiales registró que el ex viceministro de Economía salió a bancar en radio a los cuestionados y perseguidos del CEDES. Mientras que el ex Fundación Mediterránea volvió esta semana a decir que el plan de Milei corre peligro por la escases de divisas. La mecánica parece básica, pero es la forma de trabajo en este tema.

La pregunta es por qué, ante meses de estabilidad relativa, de repente el Gobierno se metió sólo en una trampa dificil de zafar. Puertas adentro de Hacienda admiten que «hay nervios por las críticas», pero sobre todo porque Milei y Luis Caputo, ambos economistas, saben que el dólar está atrasado porque es el mismo cuestionamiento que les hicieron a gobiernos anteriores. Tal es el ruido oficial con el tema que el propio Caputo debió salir a avisar en su cuenta de X que salieron a ofrecer Dólar Linked y nadie quiso tomarlos. Fue un testeo desesperado y casi infantil para saber si el mercado mueve negando el atraso. Lo único que mostró esa movida es que el mercado, al menos hoy, no ve cerca una devaluación. Nada dice del atraso cambiario. 

En este escenario, un dato que el Gobierno soslaya es que mientras operaba este globo de ensayo, en una reunión con clientes grandes, de mucho peso, la casa de Bolsa más importante del Mercado y la City, bastante cercana al libertarianismo, les recomendaba «tomar posiciones de una posible devaluación en el mediano plazo»

No renuncia, pero hay ruidos

El último fin de semana circularon rumores, a priori infundados, de renuncia o despido de Caputo. Con el correr de los días, el panorama se fue aclarando: en realidad, lo que ocurrieron fueron choques y quejas cruzadas del Presidente Milei para con la posición del ministro en temas más de maquillaje político, pero que para el mandatario son centrales

¿Qué pasó? Caputo le dijo a Milei que está en contra de escrachar economistas con nombre y apellido, salvo que correspondan a alguna fuerza política específica. El mandatario le recriminó que «esto es parte de la batalla cultural». Inclusive, intentó una defensa de Cavallo o, más bien, trató de que Milei entendiera que el artículo del ex ministro de Menem y la Alianza «era muy elogioso» con la política libertaria. Pero «Mingo» ya tenía el boleto picado por Karina y el estratega Santiago Caputo. 

Lo que nunca supieron en el círculo de confianza del presidentes es un dato que diferentes fuentes confirmaron a Página I12: que a través de interpósitas personas, Caputo intentó en las últimas horas hacerles llegar un mensaje, un gesto de tranquilidad, a algunos de los economistas apuntados por la guillotina instalada en la Casa Rosada. 

Caputo editado, Sturze alineado

Luego de ese sacudón de fin de semana, a Caputo se lo vio perdido en diferentes entrevistas, con grandes baches de silencio y posiciones confusas. Una de las rarezas del asunto fue la demora en la salida al aire de su nota con Daniel «Gordo Dan» Parisini en el stream Carajo. Fuentes admitieron ante este diario que «se tomaron un día para corregirlo un poquito». 

La hora de nota en Carajo se había grabado con antelación, pero a la mesa chica no le gustaron algunas cosas de Caputo, matices de racionalidad comunicacional que para el universo ultra son falencias, debilidades. Todos gestos inconcebibles para la batalla cultural que el Presidente cree central para no quedar a merced de los discursos opositores. Todo este escenario de tensiones se vio más forzado aún cuando Caputo vio que Sturzenegger empezó a dar notas cortando cabezas de economistas que «están equivocados». 

El otro paso en falso que descubrió el ministro con su pose golpeada por los retos oficiales -que también evidencia desesperación por el atraso y la falta de dólares- fue el asunto del acuerdo con el Fondo Monetario. Le vendió a Milei que saldría a vocear que el pedido de fondos nuevos al organismo no se va a computar como nueva deuda porque entrará al Tesoro y luego se canjeará. Rápido, algunos de los «econo-chantas» de las listas negras salieron en redes a decir que era un ardid para evitar que el pacto con el organismo vaya al Congreso. 

Es que, por una ley que impulsó en su momento el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, cualquiera toma de deuda de parte del Estado debe ser aprobada en el Parlamento. Eso, para los de Kristalina Georgieva es un peligro no sólo para el préstamo, sino para el propio Gobierno. Fuentes del organismo le aclararon al ministro que la equivalencia de fuerzas no está asegurada para un nuevo crédito, aún cuando la conformación de Diputados y Senadores viene siéndole bastante funcional a Milei en casi todos los temas. 

La verdad es que, analizando hechos objetivos, si bien en el medio el mundo quedó sacudido por las medidas comerciales de tinte proteccionista de Donald Trump, los que se cuidan de ser encontrados hablando con la prensa, admiten desde el Gobierno que el mojón de la crisis del atraso cambiario fue el silencio del FMI sobre avances concretos en el acuerdo con Argentina. 

El organismo, más allá de elogiar el ajuste del Gobierno, no dio definiciones públicas de peso para con el país. Eso obligó a Milei y Caputo al raid de medios para decir lo que el Fondo no quiere escuchar, que es que no van a devaluar. Lo dijeron tantas veces que, desde que hace dos semanas -momento en que arrancó la gira negoción de la realidad-el Riesgo País subió más de 100 puntos llegando a tocar los 700 puntos básicos; y el dólar empezó a caminar hacia arriba, despacio, pero dando algunas señales. 

Fuente Página12