Una nueva marcha en defensa de los jubilados terminó en una violenta represión por parte de las fuerzas federales en las inmediaciones del Congreso Nacional. Entre las personas heridas se encuentra Antonio Becerra, fotógrafo del medio Tiempo Argentino, quien ya había sido intimidado por Santiago Caputo en la previa del debate entre candidatos legislativos porteños. Esta vez, fue alcanzado por los gases lacrimógenos mientras cubría la protesta.
La movilización, que forma parte de las tradicionales marchas de los miércoles, comenzó pasado el mediodía. Los manifestantes reclamaban una actualización de los haberes jubilatorios, la prórroga de la moratoria previsional y el restablecimiento del acceso gratuito a medicamentos esenciales, en un contexto de creciente precarización del sistema previsional.
Las fuerzas de seguridad, bajo la órbita del Ministerio que conduce Patricia Bullrich, respondieron con una nutrida presencia policial que incluyó efectivos de la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La tensión escaló rápidamente y se registraron escenas de pánico, con manifestantes corriendo entre los gases para evitar ser detenidos, como ya ocurrió en protestas anteriores.
Hacia las tres de la tarde, personal de la Policía Federal comenzó a desalojar violentamente a quienes se encontraban en la avenida Rivadavia, desplazándolos hacia la Plaza del Congreso con empujones y amenazas. Las columnas seguían llegando, mientras el operativo impedía la libre circulación en la zona y estrechaba el cerco sobre quienes protestaban pacíficamente.

En ese contexto, Becerra fue alcanzado por los gases a pesar de contar con una máscara protectora. Fue asistido por personal médico y su situación generó repudio entre colegas y organizaciones de prensa. También resultó afectado Oscar, otro reportero gráfico, quien debió alejarse del lugar por la intensidad del gas.
El operativo desplegado incluyó más de mil efectivos. Lejos de garantizar el derecho a la libre manifestación, el accionar de las fuerzas responde a una lógica de disciplinamiento que ya fue denunciada por organismos internacionales de derechos humanos.
El antecedente con Becerra
El fotógrafo herido este miércoles durante la represión frente al Congreso, ya había sido blanco de un gesto intimidatorio por parte de Santiago Caputo, principal asesor del presidente Javier Milei. El episodio ocurrió a fines de abril, en la previa del debate de candidatos de la Ciudad de Buenos Aires.
En ese momento, mientras Becerra realizaba su trabajo y enfocaba su cámara hacia Caputo, el consultor político respondió sacándole una foto en primer plano, tras mostrarle su credencial, en un claro intento de amedrentamiento. La secuencia fue registrada por otros fotógrafos presentes.
Becerra logró captar la imagen de Caputo con una expresión desafiante, mientras lo observaba con gesto amenazante. El accionar del asesor fue repudiado por colegas del reportero gráfico y sumó una nueva señal de tensión creciente entre el gobierno y los trabajadores de prensa.
FUENTE PERFIL
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