Es costumbre en los países con fuerte presencia de la Iglesia Católica, que el obispado más antiguo sea declarado diócesis primada, un título honorífico que, si bien no conlleva ninguna potestad de régimen o de gobierno como lo expresa el canon 438° del Código de Derecho Canónico, constituye una importante distinción.
Sin embargo, en la Argentina, el título de «primada» se le concedió a la arquidiócesis de Buenos Aires por decreto del 29 de enero de 1936, de la Sagrada Congregación Consistorial durante el papado de Pío XI, en razón de ser el primer arzobispado, pero no la primera de las diócesis en territorio argentino.
Breve historia de la diócesis de Santiago del Estero
Santiago del Estero, fundada por Juan Núñez de Prado en 1550, bajo el nombre de Ciudad del Barco, la ciudad más antigua de la Argentina, y «madre de ciudades», al principio dependía eclesiásticamente de la diócesis de Lima. Luego pasó a depender de la de Charcas (La Plata).
El 14 de mayo de 1570, san Pío V, con la bula Super Specula, erigió la primera diócesis del actual territorio argentino, llamada Córdoba del Tucumán y designó a la ciudad de Santiago del Estero como sede episcopal, a la que llegó a comienzos de 1582 su primer obispo, el dominico Fray Francisco de Vitoria.
En 1699 el papa Inocencio XII trasladó la sede episcopal a la ciudad de Córdoba, con lo cual Santiago del Estero quedó sujeta a la jurisdicción cordobesa hasta el 28 de marzo de 1806, cuando Pío VII erigió la diócesis de Salta, en cuyos límites quedó comprendida.
El 15 de febrero de 1897, León XIII creó la diócesis de Tucumán y entonces Santiago del Estero pasó a depender de aquélla. Finalmente, el 25 de marzo de 1907, con la bula Ea est in quibusdam, san Pío X constituyó la diócesis de Santiago del Estero con el territorio de toda la provincia del mismo nombre.
Actualmente, con la erección en 1961 de la diócesis de Añatuya, la de Santiago del Estero comprende los departamentos de Aguirre, Atamisqui, Avellaneda, Banda, Capital, Choya, Guasayán, Jiménez, Loreto, Mitre, Ojo de Agua, Pellegrini, Quebrachos, Río Hondo, Rivadavia, Robles, Salavina, San Martín, Sarmiento, Silípica, y la zona del departamento Figueroa que queda al oeste del río Salado.
Obispos
El primer obispo fue monseñor Juan Martín Yáñez y Paz, elegido por San Pío X el 8 de febrero de 1910. Recibió la consagración episcopal el 10 de mayo y tomó posesión de la sede el 17 de mayo de 1910. Falleció el 16 de abril de 1926.
El segundo obispo fue monseñor Audino Rodríguez y Olmos, preconizado por Pío XI el 7 de julio de 1927. Consagrado el 17 de octubre, tomó posesión de la sede el 29 de octubre de 1927. Fue promovido a la sede arzobispal de San Juan de Cuyo por Pío XII el 5 de octubre de 1939.
Lo sucedió como tercer obispo monseñor José Weimann, redentorista, designado por Pío XII el 1 de agosto de 1940. Consagrado el 21 de agosto, tomó posesión el 8 de setiembre de 1940. Falleció el 30 de marzo de 1961.
Cuarto obispo fue monseñor Manuel Tato, quien siendo obispo auxiliar de Buenos Aires fue designado obispo de Santiago del Estero por Juan XXIII el 11 de julio de 1961. Tomó posesión el 8 de diciembre del mismo año. Falleció el 12 de agosto de 1980.
Quinto obispo fue monseñor Manuel Guirao, quien siendo obispo de Orán, el 20 de enero de 1981 Juan Pablo II lo trasladó a la sede de Santiago del Estero de la que tomó posesión el 20 de marzo siguiente. Renunció por edad el 23 de noviembre de 1994.
El sexto obispo de esta sede fue monseñor Gerardo Eusebio Sueldo. Siendo obispo de Orán, el 15 de mayo de 1993 Juan Pablo II lo trasladó como obispo coadjutor de Santiago del Estero, de cuyo oficio tomó posesión el 31 de octubre de 1993. Fue obispo diocesano desde el 23 de noviembre de 1994 hasta el 4 de setiembre de 1998, fecha en que falleció a causa de un accidente automovilístico.
Séptimo obispo de Santiago del Estero fue monseñor Juan Carlos Maccarone, trasladado por Juan Pablo II de la sede de Chascomús el 18 de febrero de 1999. Tomó posesión el 29 de mayo de 1999 y renunció el 19 de agosto de 2005.
El octavo obispo fue monseñor Francisco Polti, trasladado de la diócesis de Santo Tomé el 17 de mayo de 2006. Tomó posesión de esta sede el 22 de julio. Renunció por edad el 23 de diciembre de 2014.
El noveno obispo diocesano es el actual, monseñor Vicente Bokalic Iglic CM, quien siendo obispo auxiliar de Buenos Aires fue trasladado a esta sede por el papa Francisco el 23 de diciembre de 2013. Tomó posesión e inició su ministerio pastoral el 9 de marzo de 2014.
Los patronos de la diócesis son Santiago Apóstol (25 de julio) y Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa (23 de noviembre).
La primera catedral de la Argentina
Tras la bula Super Specula, del papa Pío V, se manda a construir en Santiago del Estero la primera iglesia catedral en 1571. Pasaron diez años, sufriendo pestes, hambre, luchas con los pueblos originarios; hasta que en 1581 con la llegada de Fray Francisco de Vitoria se da origen a la primera catedral no solo de Santiago del Estero, sino también de la Argentina. Erigida como catedral por decreto del Papa Pio V, bajo la advocación de San Pedro y San Pablo.
La construcción era de una nave, con corredores de uno a otro lado, el techo de tierra apisonada de más de una tercia de espesor para aguantar los vientos. A lo largo de su historia la reconstruyeron al menos cinco veces.
En 1595, el obispo fray Hernando de Trejo y Sanabria, emprendió la tarea de construir una nueva catedral, terminada la obra en 1612, comprendía tres naves, con muchos lazos, molduras y zaquizamíes; cubierta de madera de cedro y nogal, con una capacidad para albergar a todos los santiagueños en ese entonces. Poco duró la magnífica obra. El 5 de julio del año 1615, un voraz incendio consumió todo el maderamen, las paredes quedaron maltrechas, el santísimo y sus ornamentos destruidos.
A partir del concurso de la población en la recolección de maderas de los montes próximos, se pudo terminar la tercera edificación de la catedral de Santiago del Estero, el 30 de enero de 1617. Las fuertes inundaciones del Rio Dulce en los años 1627 y 1628 dañaron seriamente el edificio, debiendo ser apuntalados los muros y el techo de la catedral por amenaza de derrumbe.
La cuarta construcción de la catedral de Santiago del Estero fue encomendada al maestro Melchor Suarez de la Concha. Su inauguración fue en el año 1686. El templo se caracterizaba por ser ancho, fuerte y grande. Su diseño estaba influenciado por el barroco-rococó, con dos columnas salomónicas flanqueando el porche, dos campanarios a sus lados, afilados y cuadrilongos; cubierto de tejas que cobija la cartela y varios pilares menores de madera.
Un fuerte temblor en 1817, sacudió toda la ciudad. Resquebrajo las paredes y techos del edificio, destruyendo la parte septentrional. Dos años después, termino de caerse el techo, que tenía el nombre de Iglesia Matriz, tras dejar de ser catedral.
En 1868, se encaró la construcción del nuevo templo bajo la supervisión de Agustín Cánepa y Nicolás Cánepa, la que sería una de las más importantes obras de su época. La obra se concretó en 1876 y fue inaugurada el 13 de enero de 1877. Su estilo se basa en el movimiento corintio, cuenta con tres naves con sus capillas laterales, dos torres y un crucero de cúpula, con altar central y cuatro laterales, tiene sobre la entrada el coro a todo lo ancho, apoyado sobre dos columnas y bóvedas cubriendo sus naves.
Con la erección de la diócesis santiagueña, en 1907, toma posesión de su sede el primer obispo de la restauración, monseñor Juan Martín Yañiz y Paz.
El 27 de julio de 1953, con motivo del IV centenario de la fundación de la ciudad, la catedral de Santiago del Estero es declarada Monumento Histórico Nacional.
Fuente AICA
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