Según medios estatales del gigante asiático, partes del cohete ingresaron a la atmósfera terrestre a las 10:24 del domingo, hora de Pekín (02:24 GMT).
El reingreso de los restos del cohete también fue confirmado por el Escuadrón 18 de Control Espacial de Estados Unidos, que se dedica a rastrear objetos artificiales en la órbita terrestre.
El Comando Espacial de Estados Unidos dijo en un comunicado que podía «confirmar que el Long March 5B volvió a entrar en la península Arábiga», sobre el Océano Índico, al norte de las Maldivas.
Roscosmos, la agencia espacial de Rusia, también informó que los desechos cayeron en el océano Índico.
El descenso del segmento coincidió con las predicciones de algunos expertos de que cualquier residuo habría salpicado al océano, dado que el 70 por ciento del planeta está cubierto por agua.
Pero el reingreso descontrolado de un objeto tan grande había provocado preocupaciones sobre posibles daños y víctimas, a pesar de que la probabilidad estadística era baja.
El país asiático puso en órbita el 29 de abril el primer módulo de su estación espacial, gracias al cohete portador Long March 5B, el más potente e imponente lanzador chino.
Los medios de comunicación chinos dieron una cobertura mínima del acontecimiento y se limitaron a reproducir las palabras del portavoz de la diplomacia.
Aunque partes del cohete queden intactas tras su entrada en la atmósfera, hay grandes posibilidades de que se hayan destruido en el mar porque el 70% del planeta es agua.
Recomendados
Trump continuó con los nombramientos en las áreas de educación, salud y comercio
Estiman que Ucrania dispone de unos 50 misiles ATACMS
Estados Unidos cerró su embajada en Kiev y otras naciones lo siguieron