Donald Trump no es elegible para ocupar nuevamente el cargo de Presidente. Así lo acaba de dictaminar la Corte Suprema del Estado de Colorado, aceptando el argumento de que la 14ª Enmienda lo descalifica. Se trata de una decisión explosiva que podría alterar el curso de la campaña y las elecciones presidenciales de 2024.
La decisión del tribunal es histórica por varios motivos. Se trata de la primera vez en la que la Sección 3 de la 14ª Enmienda constitucional es invocada para descalificar a un candidato presidencial. El fallo excluye a Trump de la boleta primaria republicana dentro del Estado de Colorado.
«La mayoría de la corte sostiene que Trump está descalificado para ocupar el cargo de presidente bajo la Sección 3 de la 14ª Enmienda», escribió la Corte. La votación de los jueces evidenció el nivel de polarización que existe incluso entre los magistrados. La decisión en contra de Trump resultó en un reñido 4 a 3. La mayoría de los jueces fueron nombrados por gobernadores demócratas.
El máximo tribunal de Colorado anuló un fallo previo de un juez de distrito. La resolución anterior determinó que Trump incitó a la insurrección por su papel en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, pero dijo que el candidato republicano no podía ser excluido de la boleta electoral. El juez argumentó que no estaba claro que la disposición estuviera destinada a cubrir la presidencia.
El tribunal suspendió su decisión hasta el 4 de enero o hasta que la Corte Suprema de Estados Unidos se pronuncie sobre el caso. Los funcionarios de Colorado dicen que el asunto de fondo debe resolverse antes del 5 de enero. ¿Por qué eligió ese deadline? Se trata de la fecha límite para que el estado imprima sus boletas de las primarias presidenciales.
«Debido a que está descalificado, sería un acto ilícito según el Código Electoral que el Secretario de Estado de Colorado lo incluya como candidato en la boleta primaria presidencial», explicaron los supremos estatales.
«No llegamos a estas conclusiones a la ligera», se atajó la mayoría del tribunal. «Somos conscientes de la magnitud y el peso de las cuestiones que tenemos ante nosotros. Del mismo modo, somos conscientes de nuestro deber solemne de aplicar la ley, sin temor ni favoritismo, y sin dejarnos influir por la reacción pública a las decisiones que la ley nos ordena tomar», concluyeron.
Los abogados de Trump habían prometido apelar cualquier descalificación de inmediato ante el máximo tribunal del país, que tiene la última palabra sobre asuntos constitucionales.
«Como era de esperar, la Corte de Colorado designada exclusivamente por los demócratas falló en contra del presidente Trump, apoyando el plan de un grupo de izquierda financiado por Soros para interferir en una elección en nombre del corrupto Joe Biden eliminando el nombre del presidente Trump de la boleta y eliminando el derecho de los votantes a votar por el candidato de su elección», se quejó el vocero de la campaña de MAGA Steven Cheung.
Cheung dijo que «los líderes del Partido Demócrata están en un estado de paranoia por la creciente y dominante ventaja que el presidente Trump ha acumulado en las encuestas. Han perdido la fe en la fallida presidencia de Biden y ahora están haciendo todo lo posible para evitar que los votantes estadounidenses los expulsen de sus cargos el próximo noviembre. La Corte Suprema de Colorado emitió una decisión completamente errónea y rápidamente presentaremos una apelación ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y una solicitud simultánea para suspender esta decisión profundamente antidemocrática. Tenemos plena confianza en que la Corte fallará rápidamente a nuestro favor y finalmente pondrá fin a estas demandas antiestadounidenses».
El principal problema del fallo para Trump no es ser excluido en Colorado, un estado adverso en el que cayó por 13 puntos en 2020. Pero el riesgo para el expresidente es que más tribunales y funcionarios electorales sigan el ejemplo de Colorado y excluyan a Trump de los estados en que debería ganar o es el favorito.
Se acumulan docenas de demandas a nivel nacional para descalificar a Trump bajo la Sección 3, que fue diseñada para evitar que los ex confederados regresen al gobierno después de la Guerra Civil. El texto prohíbe el ejercicio de un cargo a cualquiera que haya hecho un juramento de «apoyar» la Constitución y luego «haya participado en una insurrección o rebelión» contra ella, y se usado solo un puñado de veces desde la década posterior a la Guerra Civil.
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