La ciudad capital australiana de Canberra se sumó a otras grandes urbes del país y entró este jueves en confinamiento por una semana tras la detección de un caso de coronavirus y del hallazgo del virus en sus aguas residuales.
Canberra se suma así a Sydney y Melbourne, las dos mayores ciudades de Australia, y a varias otras localidades que están bajo confinamiento estricto por un rebrote de coronavirus provocado por la altamente contagiosa variante Delta.
Los alrededor de 400.000 habitantes de la ciudad, donde tiene sede el Gobierno, quedaron confinados a partir de las 17, como ya lo están millones de australianos del sureste de la isla, obligados a quedarse en casa.
«Es el riesgo sanitario más grave que haya conocido el territorio desde que empezó el año e incluso, desde que empezó la pandemia», consideró Andrew Barr, premier del Territorio de la Capital Australiana, la región donde su ubica la ciudad.
Barr añadió que la persona que dio positivo al Covid-19 había estado en contacto con gente antes de saber que estaba infectada, informó la agencia de noticias AFP.
Se trata de un joven de unos 20 años que estaba enfermo desde el domingo y que dio positivo este jueves, dijo por su parte la máxima funcionario de Salud del Territorio de la Capital Australiana, Kerryn Coleman.
El caso es el primero de transmisión local en Canberra desde el 10 de julio de 2020.
Al contrario que numerosas ciudades australianas, Canberra nunca ha estado confinada desde que empezó la pandemia, el año pasado.
Más de 10 millones de personas en Melbourne y Sydney están confinadas actualmente.
Contra el coronavirus, Australia adoptó la estrategia de «cero covid», basada en campañas de detección masiva y de rastreo, confinamientos y el cierre casi total de las fronteras, que durante mucho tiempo dio sus frutos.
Pero la variante Delta, altamente contagiosa, parece haber dado un giro a la situación.
Más de 10 millones de personas, residentes en las dos ciudades más grandes del país, Melbourne y Sydney, están confinadas actualmente.
Las autoridades esperan que baje el número de contagios.
Además, el miércoles se decretó un confinamiento en gran parte del oeste del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sydney y donde se registraron cerca de 6.500 casos desde mediados de junio, a raíz de un rebrote que ha causado 36 muertos.
La campaña de vacunación, en tanto, avanza lentamente y poco más del 20% de la población ha recibido las dos dosis del inmunizante.
El país, de 25 millones de habitantes, ha registrado 37.500 casos de Covid-19 y 946 decesos.
Fuente Telam
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