El ministro de Defensa brasileño, Paulo Sergio Nogueira de Oliveira, pidió ser parte de una comisión fiscalizadora de la justicia electoral, en un avance del Gobierno sobre el proceso eleccionario a cinco meses de que el presidente Jair Bolsonaro busque revalidar el cargo en unos comicios en los que es favorito a ganar su rival Luiz Inácio Lula da Silva y en los que ha dicho que podría haber fraude.El ministro, un general retirado, envió un oficio al presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) para ser incorporado a la Comisión de Transparencia de las Elecciones, creada el año pasado para fiscalizar y auditar el proceso electoral y la actuación del TSE, máxima autoridad en materia contenciosa electoral del país.
«Este pedido se debe al hecho de que el ministro es la autoridad que ejerce la conducción superior de las Fuerzas Armadas», dice la carta enviada al juez Edson Fachin.
Fachin, por su parte, dijo que el período de objeciones y recomendaciones ha finalizado y que hasta el miércoles hay espacio para escuchar nuevas recomendaciones antes de abrir el proceso electoral con el ultraderechista Bolsonaro, quien está más de diez puntos por debajo de Lula da Silva en intención de voto para la primera vuelta del 2 de octubre y unos 20 para el eventual balotaje, según las encuestas.
El avance militar sobre de la justicia electoral llega luego de que el ombudsman (el defensor del lector) del diario Folha de Sao Paulo, el más influyente y vendido del país, alertara el domingo del riesgo de un golpe de Estado del bolsonarismo en caso de perder las elecciones.
El ombudsman citó columnas del periódico alertando sobre el germen de un movimiento anticonstitucional de la ultraderecha.
El jueves pasado, el presidente Bolsonaro había vuelto a agitar, sin pruebas, el fantasma de un supuesto fraude en su contra y anunció la contratación de una empresa privada para auditar el trabajo del TSE.
La declaración fue dada a conocer horas después de que se informara que directivos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) dijeran a Bolsonaro y a varios ministros el año pasado que el sistema electoral brasileño era confiable.
Bolsonaro afirmó que las Fuerzas Armadas hicieron un informe presentado ante el TSE con objeciones sobre el sistema electoral de Brasil.
El año pasado, el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de justicia Brasil, abrió una causa contra Bolsonaro por atentar contra el sistema constitucional y mentir sobre un supuesto fraude en el sistema de urnas electrónicas que Brasil utiliza desde 1996 sin irregularidades.
El Gobierno rechazó un pedido para que observadores de la Unión Europea (UE) puedan participar de los comicios.
Según Bolsonaro, «si las urnas no son capaces de ser violadas, ¿por qué se esconde de la población las objeciones de las fuerzas armadas?».
Bolsonaro, excapitán del Ejército, suele repetir que las Fuerzas Armadas «son las garantes de la democracia», a las que reivindica por su rol en el golpe militar de 1964 y en el régimen de facto que duró 21 años.
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